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Pepe, el hostelero que no se jubila porque «co peregrino todo é cariño»

Por Sonia Portela SANTIAGO / LA VOZ

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XOAN A. SOLER

José Manuel Gil regenta en Padrón un bar lleno de recuerdos del Camino de Santiago

08 sep 2022 . Actualizado a las 19:24 h.

Se cuentan con los dedos de una mano las personas a las que la inmediatez de la jubilación les llega con unas ganas locas de seguir trabajando. José Manuel Gil, vecino de Padrón de 66 años, es una de ellas, hasta el punto de que dentro de 13 días se estrenará como jubilado activo. Y lo hará levantándose a las cuatro y media de la mañana para, treinta minutos más tarde, abrir su bar Pepe II y servir los primeros desayunos a los peregrinos que encaran la última etapa del Camino Portugués. Este fin se semana ha hecho una excepción en su particular rutina, ya que está celebrando la boda de su hija mediana, Paula Gil. También disfruta de la compañía de la mayor, Ana, que vive en Barcelona, y comienza a ejercer de abuelo de su nieta, a la que llevó al colegio en su primer día. La receta que alimenta a este hostelero, que antes de ponerse detrás de una barra fue trabajador de banca y comercial, son los peregrinos que atiende a diario. «O peregrino é outro mundo, todo é cariño. Hai xente que vén a propósito a verme, e outra que dá a volta para saudarme», argumenta. En todos estos años solo recuerda dos ocasiones en las que, por un momento, pensó en dejar el trabajo: «Cústame traballo levantarme, pero cando atendo aos primeiros peregrinos pásaseme todo. Un día doíame o corpo, e ata pensei que podía ter a covid, pero despois de dúas horas no bar fun o de sempre». Su segundo momento de reflexión llegó este verano, en el que constató un fortísimo incremento de peregrinos en el Camino Portugués. Y en uno de esos días, relata, «chegou un grupo de mozos que estiveron bebendo sen parar, foron moi respectuosos pero nin falar con eles se podía, que é o que a min máis me gusta deste traballo. Pensei que isto xa non era o meu, pero ao día seguinte volveron os meus peregrinos e xa esquecín todo». Con muchas cocinas cerradas a las cuatro de la tarde, Pepe también ofreció este año comida elaborada, que muchos agradecieron. «Houbo días nos que me pedían lentellas pero só tiña fabada, e non protestaban, só daban as grazas porque traían moita fame. E eu comendo só un cacho de pan ás seis da tarde». La mejor prueba del cariño que recibe es la abigarrada y colorida decoración de su local, con recuerdos de peregrinos que se emocionan cuando los ven en nuevas visitas. El horario del bar Pepe II se adapta a ellos, por lo que cierra sobre las diez de la noche. También la temporada, porque suele trabajar de mayo a octubre. Esto no implica que descanse el resto del año, ya que lo dedica a otros negocios y a cuidarse como los coches de más de diez años: «Vou ao médico e fago análises para ver se o meu corpo pasa a ITV». Con la autoridad moral que le confiere ser un gran anfitrión de los peregrinos, aprovecha esta entrevista para «pedir por eles». La primera demanda es que la iglesia de Santiago «abra todo o día, porque é mágoa que moitos peregrinos queden sen vela». La segunda tiene que ver con los horarios de las farmacias: «Hai catro en Padrón e hai días que hai que ir a Rois ou a Dodro porque todas están pechadas». Sus peregrinos también le cuentan algunos problemas del albergue municipal de Padrón. «Din que a madeira das camas fai moito ruído e non poden durmir». Dicho queda.

Escultura de Cándido Pazos en la Brilat

La Brilat Galicia VII, con sede en Pontevedra, cuenta desde esta semana con una escultura de su patrona, la Inmaculada Concepción. Su autoría corresponde al escultor compostelano Cándido Pazos, que recibió el encargo del empresario Ramiro Carregal Rey y de varios miembros de la Fundación Amigos de Galicia. La Brilat ha agradecido el regalo, una obra de dos metros de altura realizada en bronce que ocupa un lugar destacado en la plaza Juan Carlos I de la base de la brigada.

SANTI ALVITE
 

Bodas de plata letradas

La pandemia impidió celebrar las bodas de plata de la promoción de Derecho 1991-1996, que eligió el día de ayer para recuperarlas. Sonia Esperanza Rodríguez, secretaria de la facultad, ejerció como representante de la institución, mientras que María Paz García Rubio lo hizo en nombre del profesorado. Al acto acudieron 31 miembros de la promoción e intervinieron dos de ellos: Isabel Novo y David Vila. Y como integrante de la asociación Alumni de antiguos alumnos se sumó Víctor García Dopico.