Miles de personas volvieron a darse cita ayer en el día grande de la Romaría dos Milagres de Amil, en el municipio de Moraña, una de las tradiciones religiosas de mayor arraigo en la provincia de Ponteverda. La pandemia del coronavirus ha hecho que esta celebración, como muchas otras, viese reducido su número de fieles el verano pasado, pero el retroceso del covid y el deseo de los fieles de rendir tributo a su virgen ha vuelto a sacar a los devotos a los caminos que llevan al templo y a llenar, mucho más que en septiembre del 2021, el atrio del santuario mariano.
La jornada grande, como es habitual, consistió en misas cada hora —las más multitudinarias en el atrio—, con la eucaristía solemne a la una de la tarde, seguida por la procesión. Los oficios religiosos continuaron por la tarde también con misas cada hora.
Entre los asistentes, también es frecuente ver a feligreses que acuden con exvotos de cera, que ofrecen a la virgen como gratitud por la curación de ellos mismos o de un ser querido. Amil festejará el próximo fin de semana la virgen de Guadalupe.