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Vigo tendrá un parque con tirolinas y puentes colgantes cerca del campus

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

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XOAN CARLOS GIL

Los promotores invertirán 130.000 euros en el monte comunal de Beade

13 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La moda de los parques con tirolinas en espacios naturales llega a Vigo. La Gerencia de Urbanismo otorgará hoy el permiso para la implantación de un ecoparque forestal en el monte comunal de Beade. Lo promueve la empresa Marikina Park, con sede en Vigo, que ha llegado a un acuerdo con los comuneros de Beade para la cesión temporal de una parcela de 22.500 metros cuadrados en Fonte Covas para la ejecución del proyecto.

El permiso municipal incluye la construcción de tres edificaciones de planta baja con una superficie total construida de 102,9 metros cuadrados. Consistirán en una caseta de recepción de 38,60 metros cuadrados, aseos de 27,92 y una cantina de 35,77 metros cuadros, que tendrá una pequeña terraza al aire libre. Las instalaciones dispondrán además con una zona de aparcamiento con 38 plazas, según el proyecto elaborado por María Mariño de Oya. Son los servicios que se encontrarán los usuarios que acudan al ecoparque para disfrutar de las tirolinas, puentes colgantes y otras atracciones adaptadas al espacio natural. Este área de esparcimiento se encuentra muy próximo a la pista polideportiva del campus de la Universidad de Vigo. La empresa invertirá 129.713 euros.

Siete circuitos

La iniciativa contempla la instalación de siete circuitos de aventuras cuya estructura se soportará en los árboles. Habrá diferentes niveles de dificultad. Por una parte, habrá cuatro itinerarios deportivos con más de 300 metros de longitud y una decena de estaciones cada uno para 48 módulos de juegos. La oferta la completan otros tres circuitos destinados a las familias con niños, con un menor nivel de exigencia, de entre 130 y 170 metros.

La principal atracción del parque serán sus tirolinas. La más larga medirá 137 metros y casi seis metros de desnivel. Pero para poder llegar a ellas habrá que superar zonas en zigzag y otros obstáculos como escaleras, puentes, lianas, cables de equilibrio, balanzas y laberintos, según la memoria descriptiva.

Los recorridos cuentan con un cable de vida situado a 1,65 metros por encima de la plataforma de cada juego. Para que no se trate de una actividad agresiva con el entorno, los responsables del proyecto limitarán el acceso a no más de 400 personas por jornada. La parcela estará además perimetrada con una valla de un metro y medio de altura. Además todas las instalaciones serán fácilmente desmontables, por lo que, cuando acabe la concesión, este espacio protegido volverá a su estado primitivo sin haber sufrido ningún impacto.

La cercanía con el campus universitario permite unas buenas comunicaciones con el centro de la ciudad a través de la avenida Clara Campoamor. Por otra parte, el complejo de aventuras también se beneficiará de las líneas de transporte público que dan cobertura a la Universidad. El parque podría estar en funcionamiento a partir de comienzos del año que viene y es susceptible de ampliarse.