Patrocinado por

Un cocinero de Fene monta Leña Verde, un «food truck» con propuestas «pop-up»

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Rubén Fernández Conde es el promotor de esta iniciativa, a través de la empresa Triböca
Rubén Fernández Conde es el promotor de esta iniciativa, a través de la empresa Triböca

La primera experiencia se desarrolla en Valdoviño, junto a la Casa do Morcego, los fines de semana hasta el 31 de octubre

14 jul 2023 . Actualizado a las 22:15 h.

«Ven, relájate y disfruta». Este es el eslogan que utiliza Triböca, la empresa de experiencias gastronómicas montada por Rubén Fernández Conde (Perlío-Fene, 1993), para animar a visitar el espacio habilitado en Vilarrube, junto a la Casa do Morcego. Allí ha instalado un food truck —diseñado en Barcelona y decorado en Galicia— y ha montado mesas de madera cubiertas por una carpa beduina. Se trata de una propuesta pop-up (temporal, en un espacio itinerante, en vez de fijo), que comenzó el primer fin de semana de septiembre y continuará hasta el 31 de octubre, todos los sábados, de 13.00 a 20.00 horas, y los domingos, de 13.00 a 18.00.

Este restaurante efímero se llama Leña Verde, «por la retranca del refrán ‘xente nova, leña verde, todo fume', porque el nexo de todos los platos de la carta son los ahumados», explica el encargado de los fogones, que también se ha ocupado de decorar el espacio. «Cuando entras hay una pequeña recepción, la barra, donde pides la bebida, que te llevas a la mesa en una caja de madera. También te damos la nota para que hagas tu comanda y cuando decides, vuelves, pides, te lo preparamos y te lo llevamos a la mesa», describe. Todo, subraya, «sin agobios, relajadamente... llegar, disfrutar y divertirse».

Triböca cuenta con el patrocinio de la empresa norteamericana Weber, «que fabrica barbacoas premium», indica el chef. «En Galicia seremos su imagen de marca, nos encajó muy bien porque Leña Verde se basa en las brasas, el humo, la madera...», cuenta. La carta, efímera y cambiante, como todo lo relacionado con esta experiencia gastronómica, ofrece navajas ahumadas con albahaca, menta y cilantro, mejillones ahumados con mojo verde canario y gaucamole, ceviche de marrajo, brioche de pulled pork ahumado durante diez horas, costillas de cerdo cocinadas durante 24 horas a baja temperatura y ahumadas, patatas con salsa roja o boniatos con chimichurri. Con los postres también busca sorprender: Gin tonic; plátano, aguacate, piña y helado de nata; y mango con ras el hanout (mezcla de especias e hierbas de origen marroquí) y helado de nata.

Fernández Conde estudió Cocina y después Delineación. Apuesta por llevar la creatividad a la mesa desde el food truck, «ideando cosas nuevas cada día, evolucionando los platos...». Esta es la primera experiencia pop-up de Triböca y ya trabaja en otra para el invierno, que prefiere no desvelar. Cara al año que viene, espera diversificar la actividad: «Estamos abiertos a trabajar en festivales, con la food truck, y a dedicarnos también a la organización de eventos, por ejemplo bodas, entendidas de un modo diferente, no para estar sentados sino como una fiesta». Esa es su apuesta: «Ofrecer algo alternativo, que no puedas encontrar en otros sitios. Hay que probar, atreverse... cambiar». Por eso se decantó por este formato de restaurante, «un contenedor con ruedas», que le permite moverse «y no estar atado a un sitio».

La música contribuye a crear ese ambiente «relajado y tranquilo, en medio de la naturaleza», que busca con Leña Verde, en Vilarrube, en la misma finca de la casa rural. Recuerda que las plazas son limitadas, por lo que conviene reservar, cualquier fin de semana hasta el 31 de octubre.