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Adiós a un Caudal ya consolidado en el calendario de festivales

Lorena García Calvo
lorena g.c. LUGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

El público volvió a responder en la segunda jornada en la ribera del Miño

18 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Lugo vive este domingo la resaca del Caudal Fest, el último gran festival del verano en Galicia y una cita ya asentada en el calendario festivalero de la comunidad. Así lo confirmó la marea de público que durante dos días zapateó la hierba del parque del Miño y gritó a pleno pulmón temas de artistas tan variados como Cariño o Robe. El que fuera cantante de Extremoduro era el plato fuerte de la segunda jornada. Un sábado al que muchos festivaleros se presentaron ya con las gargantas afónicas. Porque la noche del viernes fue larga y porque muchos no tuvieron contemplación a la hora de corear aquello de partirse la camisa como Camarón, al ritmo de Estopa; o entonar letra a letra las canciones de Izal, cuyo espectáculo incluyó un baño de colorido confeti.

El caso es que en la segunda jornada, ya con los problemas de colas en las barras encaminados, el público respondió de nuevo ante una tarde-noche que incluía conciertos como Ilegales, Ciudad Jara, Robe o Delaossa, llamado a poner el broche final a dos días de música en los que el Caudal hizo también patria de Lugo. La organización reivindicó la ciudad amurallada como su hogar y, por si había algún despistado, en medio del recinto se instalaron unas grandes letras con el nombre de la capital provincial las que más de uno se sacó una foto. Como si de un photocall se tratase.

 Como es habitual, el festival se vivió en directo bajo el cielo de Lugo, pero también a través de las pantallas. Las redes sociales se hicieron eco, en las cuentas oficiales y las de los asistentes, de los conciertos, el ambiente, las risas y los coros, llevando así la fiesta más allá del Miño.

Tras los años duros del coronavirus, el Caudal retomó su formato habitual por todo lo alto y, con la cuarta edición superada dejó ganas de más.

La otra cara de estos eventos: los hoteles casi al completo y gente en la calle

La música es el reclamo, pero alrededor de ella se crea un micromundo que, de alguna manera, se expande. Así se podría describir todo lo que implica un festival de las características del Caudal Fest, cuya repercusión se dejó sentir, por ejemplo, en la hotelería de la ciudad. A principios de esta semana el sector explicó que los hoteles de Lugo estaban casi al completo debido a la cantidad de visitantes que arrastra el evento, y este sábado se podían ver por las calles a festivaleros que, antes de pisar de nuevo el parque del Miño, se daban un paseo o se tomaban algo en el centro.

La repercusión económica, acompañada de la repercusión social. La Praza de Bretaña, punto de partida de los autobuses lanzadera que trasladaban gratis a los festivaleros ya daba pistas del trasiego de lucenses y visitantes hacia el Caudal. Un festival al que el tiempo respetó. Ahora, la ciudad tendrá quince días para recuperarse antes de que llegue el San Froilán.