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Coristanco saca músculo agrario y busca internacionalizar su patata

Marta López CARBALLO / LA VOZ

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BASILIO BELLO

La 40 edición de la fiesta se celebró en un momento crucial para los productores

19 sep 2022 . Actualizado a las 09:17 h.

Ni crisis de los cuarenta ni nada que se le parezca. En Coristanco celebraron este fin de semana la cuadragésima edición de su fiesta agraria por excelencia, y lo hicieron en un momento decisivo para los productores de patata. Con la profesionalización y la puesta en valor del producto en el horizonte, se trabaja ya en un plan estratégico, en un polígono agrario de 100 hectáreas para atajar parte del problema con la estructura territorial, en una marca de calidad y en la modernización de las cosechas. Ramón Fernández Pena, uno de los primeros cultivadores, recuerda a menudo la riqueza que la patata trajo consigo a Coristanco, pero el contexto actual ha sustituido el concepto de «labrador» por otro más adecuado: «productor».

Siete de estos pequeños empresarios tuvieron estos días estand propio en la Festa da Pataca, y por casetas como las de Verxel Galego, Patacas Asun o Patacas Nela pasó multitud de público a hacer sus encargos, a llevarse alguna muestra gratis o simplemente a curiosear los precios: 1,20 el kilo de patata grande y 0,80 la patata huevo y la de asar, que son de menor tamaño. Condicionantes como la sequía o la subida de los costes de producción han obligado a alzar las tarifas (en la última edición se vendió la patata grande a un euro), pero eso no ahuyentó a la clientela. «Polo que puiden falar con outros compañeiros, en xeral estamos contentos e sorprendidos pola boa acollida. Estamos vendendo máis que outros anos, a pesar de que as puxemos un pouquiño máis caras, pero a xente non protestou», apuntó ayer por la tarde Juan Ramón Sanjurjo, de Verxel Galego y presidente de la Asociación de Produtores de Pataca de Coristanco.

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Por los estands, añadió, pasó gente que venía ya con intención de llevarse patata a casa, pero también otros que prefirieron quedarse con los números de teléfono de los almacenes para, más tarde, hacer sus pedidos. Las pobres cosechas domésticas de este año serán determinantes para los productores coristanqueses que, si bien aguardan una campaña de excelente calidad, se verá mermada en volumen: hasta un 40 % menos. «Dúas circunstancias incidiron moito este ano na cantidade de pataca: a seca e a alta incidencia do fungo mildiu», apunta el alcalde y productor Juan Carlos García Pose, que añade: «Tamén se plantou menos, pois os custos son máis elevados e cada vez temos menos ferramentas para loitar contra as pragas», así como para conservar lo recolectado. Además de anunciar que se celebrarán unas jornadas técnicas en el mes de octubre, volvió a reiterar la necesidad de contar con una marca de calidad, un «selo de garantía».

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Eso es algo que todavía está en tramitación, pero el sello bajo el que ya sí se acogen algunos almacenes es la IXP Pataca de Galicia. Prado es uno de ellos, y desde que fue absorbido por la empresa vallisoletana Patatas Meléndez sus posibilidades de negocio se han multiplicado. Esta transacción ha abierto una puerta, por ejemplo, a la internacionalización, ya que la firma castellana acaba de desembarcar en mercados como el francés o el portugués, pero también a una distribución nacional del tubérculo coristanqués. La capacidad logística de Meléndez es muy superior, pero, lejos de imponer su forma de hacer las cosas, ha mantenido intacta la estructura, la filosofía y hasta el nombre de Prado e incluso está acometiendo trabajos de mejora y modernización de su almacén.

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Talento y conciencia solidaria se dieron la mano en el concurso de tractores decorados

Entretanto, fluía ayer el apartado meramente lúdico de una fiesta que fue agraciada a última hora con el distintivo de Interese Turístico. Numerosas autoridades se agolparon a las puertas del consistorio para ver el desfile de tractores engalanados, seguidos por una horda de público que peregrinó desde la Praza do Concello hasta el Parque Municipal, los dos puntos en los que se concentraba el grueso de la actividad.

El televisivo Juan Fuentes dio un pregón en el que rememoró los mejores momentos de la grabación del programa A Sariña busca pretendentes, en Erbecedo, y en el que dio las gracias a todos los vecinos que se implicaron en la iniciativa. Se confesó «namorado de Coristanco», habló de los «bocadillos con patacas fritas» que se comió durante su infancia e incluso arrancó alguna carcajada entre los presentes cuando piropeó al párroco, que justo antes había oficiado una misa en el parque.

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Seguidamente comenzaron los galardones, empezando por la Pataca de Ouro, un premio honorífico que este año le fue concedido a la agrupación de voluntarios de Protección Civil por su contribución a los festejos, pero también por su incansable trabajo durante lo más crudo de la pandemia. También se entregaron galardones a los autores de las mejores figuras con patata, la mejor empanada, la mejor receta y los mejores productos del campo, aunque el apartado estrella fue el de los tractores engalanados. Participaron cinco y acabaron llevándose el primer puesto Brais Canedo y Roque García, con una creación en apoyo al conflicto ucraniano. Un elaborado ciervo, un recuerdo a Asunción Antelo, alusiones a la vacuna contra el covid-19 o una representación de la «vida labrega» concurrieron también al certamen, en el que se repartieron miles de euros en premios.

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Mucho movimiento hubo en la carpa de la degustación, tanto que la cantidad de mesas se quedó a todas luces cortas ante la afluencia de comensales. Largas colas, tanto para retirar los tiques como para recoger las bandejas sobre las que se depositaron las raciones, testificaron el gran interés de los asistentes por no solo disfrutar de las actividades de la Festa da Pataca, sino también por degustarla. Juegos tradicionales y una divertida yincana de tractores pusieron el broche a la edición, ya durante la tarde.

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