El músico británico, que pasó de crianza a gran reserva por el covid, entusiasmó anoche en la apertura del Underfest
24 sep 2022 . Actualizado a las 01:29 h.Michael Kiwanuka abrió anoche el festival UnderFest, certamen de peculiar formato, que al contrario de la idea tradicional de festival que concentra diferentes artistas en un solo espacio, este expande un gran número de actuaciones en diferentes locales. La actuación estelar, la del más que prometedor músico inglés que empezó a sonar más allá de los circuitos de entendidos gracias a la intro de la exitosa serie Big little lies, fue la única del Underfest en el Auditorio Mar de Vigo, lleno hasta los topes desde hace años, que es algo que rara vez se puede decir en Vigo, donde no existe tanta previsión cultural.
Allá fuimos, con aquellas entradas, que primero se habían imprimido con fecha del 10 de mayo del 2020, luego para el 10 de septiembre de ese año, después para el 22 de mayo del 2021 y finalmente, ayer. Dos años y cuatro meses y varios pinchazos anticovid después, que podíamos haber muerto o podía haber muerto el interés por su música. Afortunadamente, nada de eso ocurrió.
Cambió hasta el marco, pasó de ser una actuación sin sello o patrocinio que lo amparase, a tener el del ciclo Xacobeo Importa y finalmente no importar cobijarlo en el Underfest como si tal cosa. Lo que importaba era que seguía intacta la curiosidad por el compositor y cantante de una suerte de soul y folk, con tres discos en el mercado y el reconocimiento del público y de la profesión, que le otorgó el Mercury Prize y el BBC Sound.
Anoche en Vigo, tras haber pasado por sus también atrasadas citas en Barcelona, Zaragoza y Madrid, repitió tandas de aplausos encendidos y muchas luces en su despliegue con una conjuntada banda de siete instrumentistas. Antes de Michael, abrió apetito la inglesa Mychelle, poseedora de una magnífica y personal voz. Tras ella compareció Kiwanuka, madurado 24 meses en barrica, de joven a crianza y de ahí a gran reserva. El artista admirador confeso de Dylan y del Sitting on the dock of the bay, de Otis Redding, desplegó casi todo su repertorio, que ciertamente no es mucho. Eso sí, el músico hizo un guiño al público cuando dio las gracias al público por esperar.
Así, el público viajó con él desde la tranquilidad de Piano joint (This kind of love), pasando por el ritmo de One more night y Rolling a la belleza de Solid ground, Light o Rule the world, y se hicieron esperar las más conocidas y deliciosas Cold little heart y Love and hate. En la banda que acompañaba a Kiwanuka destacaron las voces de las dos coristas, en la mejor tradición del soul.
Programa para hoy
El festival continúa hoy. La segunda jornada del Underfest Son Estrella Galicia comenzará en el museo Marco, a las 19.30 horas, con la actuación del grupo St. Woods. Continuará el programa en el barrio de Churruca. Primero, en La Iguana Club, a las 20.45 horas, con The Phantom Keys. En la sala Radar, a las 21.45 horas, actuará Queralt Lahoz. La siguiente entrega será en la sala Kominsky, a las 22.00 horas, con el grupo Kamikaze Helmets. En Mogambo, a las 23.15 horas estará la banda Mandale Mecha. Y cerrará el grupo sueco Diamong Dogs en Master Club, a las 23.30 horas. Tras agotarse los abonos, la organización anunció que pondrán a la venta un cupo de entradas individuales para algunos de los conciertos, que podrán adquirirse de forma anticipada en Ataquilla.com o en la entrada de cada concierto si el aforo lo permite.