¿Qué fue lo mejor del verano en la Costa da Morte?

Más allá de lo acertadas o multitudinarias que puedan haber sido las citas, y todas las organizaciones coincidieron en que había muchas ganas de «salir» y en que para todo hubo público, lo que el verano 2022 de la Costa da Morte dejará para la memoria es la posibilidad de volver a reunirse casi como antes de la pandemia. Casi, porque la sombra del virus permanecía, pero ya sin las restricciones con las que, durante mucho tiempo, hubo que convivir. Lo decía la edila de Festas de Carballo, Maruxa Suárez, después del San Xoán. Más allá de la música, y eso que pisaron fuerte con el concierto de las Tanxugueiras, celebraron el poder volver a reunirse. ¡Volver a bailar, a poder abrazarse, a encontrarse!

En Vimianzo pasará a la historia la 25.ª edición del Asalto, que al fin pudieron festejar. No solo por lo redondo de la efeméride, ni porque estrenaban el título de Interese Turístico de Galicia, sino porque fue una auténtica marea de irmandiños la que tomó la capital de Soneira tanto el propio día como en la víspera. De día y de noche. Fue este 2022 el del regreso de grandes citas, como la vecina Carballeira de Zas, que igualmente pudo lucir por vez primera ante el público ese reconocimiento de Interese Turístico. La asociación organizadora, Castro Meda, mudó la fecha e imprimió algunos cambios, como las opciones para un público más familiar, y el éxito fue total. Fueron miles de personas las que devolvieron a la Carballeira de Velar su trono de templo del folk.

Regresó asimismo el Mercado Medieval de Corcubión, con sus 20 años y la recuperación del Desembarco en la playa de Quenxe. Nunca se había aguardado tanto, o al menos no de este modo, a las tropas de Rodrigo de Luna. Camariñas tiene, de otro lado, una de las procesiones marítimas por el Carmen más singulares. Aquí sí se había salido al mar en julios de pandemia, pero no como este último, recuperando el brío festivo, como igualmente hicieron en Malpica en sus Festas do Mar, o como hizo Laxe con el Naufraxio, otra cita de Interese Turístico que llevaba años de parón por el covid.

Los grandes encuentros gastronómicos; la vuelta de tuerca a la Mostra da Olería de Buño; el retorno de citas culturales como el certamen de pintura Álvarez de Sotomayor, el más importante de Galicia; la tromba de fieles que renovaron las Festiletras o el regreso de pelotones de ciclistas y mareas de corredores también merecen un lugar en «lo mejor». Aquí, al detalle:

Al fin juntos

Las patronales de siempre. Carballo al fin tuvo un San Xoán como los de antes del covid. Las Tanxugueiras encantaron, pero lo mejor fue reunirse.  

Con sabor

Volvieron las comilonas. Julio empezó con sabor, el del percebe de O Roncudo. Y siguió con cereixas en Paiosaco o callos en Carnés... 

comunidad

Un Asalto como nunca. Era el regreso, la 25.ª edición y con el título de Interese Turístico. Una marea de irmandiños tomó el Asalto vimiancés. 

Identidad

El mar por bandera. Regresaron las procesiones marítimas de siempre, en Camariñas hasta con petición de boda. Y a Laxe, el Naufraxio. 

Historia

De nuevo Desembarco. Veinte años alcanzó el Mercado Medieval de Corcubión, de vuelta también este verano del 2022. ¡Y con Desembarco!

ARTESANÍA

Lo de siempre, mejor. Agosto arrancó con citas artesanas de solera. La 38.ª Mostra da Olería fue de las mejores en ventas, actos y público.

Raíces

Un templo del folk. El regreso de la Carballeira de Zas tras el covid, en su 37.ª edición, fue algo apoteósico. Arrasaron los Heredeiros.

ROMERÍAS

La Barca lo dio todo. Se auguraba muy concurrida, y lo fue, tanto en el aspecto musical, con grandes orquestas, como en el religioso.

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