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Una fiesta pequeña que vuelve en Monforte para quedarse

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

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El pueblo de Cinsa rescata 20 años después el San Mateo Pequeno, una celebración popular con mucha historia

27 sep 2022 . Actualizado a las 10:51 h.

El pueblo de Cinsa recuperó este domingo su fiesta de San Mateo, que en tiempos era algo así como la despedida a la romería del mismo nombre que todo Monforte celebra a varios kilómetros de distancia, en la parroquia de A Parte. En tiempos de vaciado de los pueblos, lo de Cinsa es toda una novedad. En vez de perder su fiesta por falta de manos para organizarla y de bolsillos para pagarla, que es lo habitual, ellos la recuperan veinte años después de su última edición. «O mérito é de todos os veciños», insistían este domingo los organizadores en la carpa en la que se reunieron a comer más de cien personas.

Cinsa es una aldea de la parroquia monfortina de Baamorto que pilla de paso y a medio camino si uno es del municipio de O Saviñao y se propone volver andando a casa desde el campo de la fiesta de A Parte. Porque al parecer ese es el origen del San Mateo de Cinsa, conocido en su día como San Mateo Pequeno y que se celebró siempre después de la romería de A Parte. «O que se conta é que a festa de Cinsa naceu como unha continuación do San Mateo da Parte para a xente que viña dela e facía aquí unha parada para descansar antes de seguir cara O Saviñao», explica Carlos López, una de las treinta personas que tienen su residencia habitual en las nueve casas que quedan en Cinsa habitadas de forma continua.

Él fue uno de los organizadores del que hasta ahora era el último San Mateo de Cinsa, el del 2002. Siete años antes lo habían recuperado un grupo de vecinos después de mucho tiempo sin celebrarse, pero entre el 2002 y el 2003 murió el padre de Carlos, aparcaron la fiesta y ya no la habían vuelto a hacer. Hasta que hace un año se instaló en Cinsa una pareja nueva, ella de O Saviñao y ella de A Coruña, a los que les gustó la historia del San Mateo Pequeno y se pusieron a convencer al resto de que había que recuperarla. Uno de los integrantes de esa pareja es Estela Villalda, que cuenta que les pareció una pena que no se siguiese celebrando una fiesta con esas particularidades y que llegó a estar tan arraigada. «Cando nos puxemos a buscar información -dice- vimos unha noticia de prensa de 1960 na que se dicía que naquel momento xa levaban 90 anos celebrando en Cinsa o San Mateo».

No solo fiesta

El San Mateo de Cinsa 2022 fue fundamentalmente una fiesta como las de toda la vida, con su grupo de música y su comilona colectiva, pero no solo eso. El programa de actos arrancaba este domingo por la mañana con un recorrido guiado por el patrimonio histórico del pueblo y continuaba con un taller infantil de elaboración de arcos vegetales decorativos. Resulta que en Cinsa vivió un vecino que siempre los hacía para adornar el pueblo el día de la fiesta, así que este año también tocó recuperar esa tradición. Después de los arcos de flores se ofició una misa campestre con la imagen del santo que conservan los vecinos, después empezó una actuación musical y a continuación una comida para la que la carpa montada en el campo de la fiesta se quedó pequeña.

Que la fiesta empezase por un recorrido que incluía parada en las bodegas de Cinsa no es una casualidad. Estela Villalda cree que en realidad el origen de esta fiesta puede estar más en las vendimias que en el San Mateo de A Parte. «A tradición de elaboración de viño na parroquia de Baamorto e de toda esta parte de Monforte é moi importante —argumenta—, a pesar de que hoxe esa actividade xa non sexa o que era». A su lado, Carlos López, no discute esa teoría, aunque la que él siempre había oído era la del San Mateo «grande» y los que volvían de A Parte con ganas de más. En cualquier caso, lo que en Cinsa parecen tener claro es que vuelven a tener fiesta. «O difícil e facela o primeiro ano, agora xa se vai seguir facendo, seguro», promete Carlos Lopez.