Millares de fieles animaron la capilla y el entorno de la carballeira de Brión desde primeras horas de la mañana
28 sep 2022 . Actualizado a las 05:05 h.La romería de Santa Minia volvió a convertir el entorno de la capilla en el destino de fieles llegados tanto de Brión como de Santiago, Barbanza, Xallas y Ordes. Volvían a verse las caras, ya sin mascarillas, en una fiesta que revivió la alegría apagada por un coronavirus que impidió su celebración en el 2020 y condicionó su desarrollo en el 2021, debido a las restricciones entonces vigentes. Las visitas al santuario, a partir de las 9 horas, registraron colas, pero que no se prolongaban más de diez minutos, para besar el sepulcro de la santa y para pasar sobre él las estampas. En la capilla se fueron depositando los exvotos de cera, con las partes del cuerpo por las que se pide la intercesión de la santa. Las velas se depositaron, un año más, en la cercana casa rectoral, donde se oficiaron las misas.
La llegada de gente, ya desde primeras horas de la mañana, fue ayer elevada, pero la coincidencia del día grande en martes propició que quienes no pueden disfrutar del festivo local que dedica Brión a Santa Minia anticipasen su visita al domingo. En esa idea abundaba el coordinador de la fiesta, Alberto Álvarez, que apuntaba además que «a afluencia é semellante á de anos anteriores á pandemia».
La reorganización de ubicaciones de orquestas y atracciones infantiles liberó espacio dentro de la emblemática carballeira, y contribuyó a una mayor fluidez en el tránsito de las personas a través de una avenida cortada al tráfico para permitir la instalación de más un centenar de puestos. Mayoría de alimentación, desde rosquillas a embutidos, quesos, dulces y helados; también de imágenes religiosas, velas y exvotos, junto a los de música y zapatos. Los más modernos food-trucks tuvieron espacio en Santa Minia, donde se instalaron hasta cinco pulperías: para todas ellas hubo clientes, que dieron buena cuenta de raciones de pulpo y churrasco.
Hasta allí se acercaron ayer diversas autoridades, recibidas por el alcalde de Brión, Pablo Lago. No faltó el conselleiro de Presidencia, Xustiza e Deportes, Diego Calvo, y tampoco se perdieron la cita los regidores de Santiago, Ames, Oroso, Negreira, Vedra, Dodro, Porto do Son y Carnota.
Las actividades infantiles del festival Monecadas y actuaciones musicales cerraron una Santa Minia que recuperó su esplendor.