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La capilla de Ramil, en Rus: una ermita con doble advocación

luis ángel bermúdez fernández

VEN A GALICIA

ANA GARCÍA

El antiguo campanario de la iglesia de Carballo, en Cernide, fue trasladado a este templo, que posee una reliquia

01 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En la parroquia carballesa de Rus, a escaso medio kilómetro de su magnífica iglesia parroquial y en medio de la aldea de Ramil, existe una pequeña capilla rodeada de un gran campo poblado de carballos y castaños centenarios, que crean un entorno único. Este santuario, tal y como demuestra la documentación parroquial, fue creado en origen bajo el patronazgo de la Virgen del Carmen, a mediados del siglo XIX, ya que así lo dispuso su fundador, aunque con el avance del tiempo y con la adquisición de la imagen de santa Eufemia, el culto a esta mártir fue ganando terreno, pasado a ostentar la titularidad de la capilla, como sucede en la actualidad.

En 1850, el párroco, Sebastián Sánchez de Villamarín, promotor de muchas obras en los centros de culto de la feligresía, expuso ante el cardenal Miguel García Cuesta, arzobispo de Santiago, la intención de levantar de su propio bolsillo una pequeña ermita en el souto de Ramil, dedicada a la Virgen del Carmen. En 1852, de nuevo, argumentó en otra carta la gran devoción que existía a la Virgen en la parroquia, cuya fiesta tenía lugar, en aquel entonces, en la iglesia parroquial el día 16 de agosto. Además, el nuevo emplazamiento reunía las condiciones para hacer una romería, como la sombra de los árboles para las meriendas de los romeros o la presencia de cercanos manantiales que posibilitaban la hechura de una fuente, tal y como se hizo en el año 1889-1890.

ANA GARCÍA

Alrededor del 1855 la capilla estaba concluida, con nuevas imágenes tanto de la Virgen del Carmen, de autor anónimo, como de santa Eufemia, adquirida en el taller de Juan Brocos. Al poco tiempo de trasladar la fiesta del 16 de agosto de la iglesia parroquial a la aldea de Ramil, y con el establecimiento de la romería del 16 de septiembre en honor de santa Eufemia, el número de devotos creció hasta tal punto que fue necesaria la construcción, en 1857, de un oratorio en la parte frontal de la capilla, con el fin de poder tener allí las misas durante los días de fiesta. Una década después, Manuel Blanco Moreira, párroco de Rus, adquirió el campanario de la antigua iglesia de Carballo, situada en Cernide, siendo trasladado piedra a piedra hasta Ramil y colocado por el cantero Puga y el carpintero Domingo Pena. 

Enorme devoción

En la década de los sesenta del siglo XIX, la devoción a santa Eufemia había eclipsado a la Virgen del Carmen; la ya citada fuente (1889) fue hecha en su honor y, en 1902, tuvo que ser construida una puerta lateral en la sacristía con el fin de recoger los cuantiosos sacos de trigo que los devotos ofrendaban a esta mártir. Existe, igualmente, un gran limosnero, de casi un metro de largo, con el fin de recoger los donativos en metálico, que se repartían conforme a las misas que cada devoto deseaba aplicar.

Un hueso de la santa

En cuanto a su patrimonio mueble, la capilla alberga dos retablos: el mayor es de estilo neoclásico, contemporáneo a la construcción del propio santuario, y el lateral, comprado en 1920 por 525 pesetas, es neogótico. De las pocas noticias documentales que tenemos sobre las dos tallas, la Virgen del Carmen fue profundamente restaurada en 1901 ya que, debido a su mal estado, se le renovó la policromía, se le cambió la cabeza y se le hizo un nuevo Niño Jesús. Un año antes, el párroco encargó el enriquecimiento pictórico del artesonado, que fue poblado de motivos vegetales y decorativos, juntamente con la renovación de la pintura del retablo mayor; así reza una inscripción situada en su entablamiento: «Se pintó este altar y la imagen siendo cura el doctor don José Hermo Romay, 1900». Este párroco, doctor en Derecho Canónico, consiguió en 1919 un hueso del cuerpo de santa Eufemia, que se expone actualmente en un pequeño relicario de metal plateado junto al certificado que otorga autenticidad a la reliquia.

ANA GARCÍA