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El presidente de los empresarios de Arousa aboga por cerrar los albergues públicos de peregrinos

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

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Martina Miser

«No debemos poner el foco en el volumen sino en la excelencia», dice José Luis Vilanova ante el exitoso balance turístico de este verano

28 oct 2022 . Actualizado a las 19:37 h.

En los últimos días se suceden las noticias sobre los buenos datos que ha habido en la comarca a nivel turístico; esta semana ofrecieron un triunfal balance la Diputación de Pontevedra y el Concello de Vilanova y la semana pasada lo hacía la mancomunidad, que desveló que este verano pasaron por O Salnés un millón de turistas. El gerente de la entidad y los alcaldes que se dieron cita entonces en el Parador de Cambados se mostraron encantados con este dato, pero no todos los presentes mostraron igual entusiasmo.

El presidente de la Federación de Empresarios de Arousa (FECA), José Luis Vilanova, pone la voz discordante porque, en su opinión, no es ese el camino a seguir. «No debemos poner el foco en el volumen si no en la excelencia. Lo importante es crear riqueza en el territorio. Lo importante es que el sector rentabilice el flujo de turistas. El turismo es una actividad económica», indica.

Vilanova —que cuenta con negocios en el sector turístico— considera que O Salnés debería tener otro paradigma, y en ese modelo no caben, por ejemplo, los albergues públicos. «Había que cerrarlos», apunta tajante. «Los recursos públicos hay que invertirlos de otra manera, ¿o hay supermercados y restaurantes públicos? Lo que no puede ser es que estemos abriendo albergues todos los días y haya establecimientos privados que están cerrados la mitad del año (...) Después hay épocas que estamos saturados y no somos capaces de sacarle partido. Desde las administración tienen que poner las bases para que estos establecimientos mejoren su oferta ayudándolos a mantenerse más tiempo abiertos, creando mejores infraestructuras y servicios», añade en clara alusión a la desestacionalización.

Vilanova puntualiza que no quiere ensombrecer el trabajo realizado desde los concellos ni le mueve ningún interés particular, pero considera que balances como el ofrecido por la mancomunidad deberían invitar a reflexionar sobre qué modelo turístico le interesa más a las Rías Baixas. «A una hora de coche —indica en alusión a Oporto— hay hoteles en los que cuesta 500 euros alojarse y aquí estamos abriendo albergues que cuestan 8 euros. Galicia es uno de los destinos más baratos de Europa. En Jerusalén y en Roma no existen los albergues públicos y hay que tener en cuenta que hoy en día el peregrino es un turista más, no se mueve solo por motivos religiosos».

Según los datos incluidos en el informe realizado por la Mancomunidade do Salnés, la comarca dispone de 4.186 alojamientos que suponen un total de 48.606 plazas, la mayoría repartidas en viviendas turísticas y hoteles. «Tenemos una oferta sobredimensionada», apunta José Luis Vilanova.

En los últimos años se han incorporado a esta lista albergues de carácter público y privado nacidos al amparo del fenómeno de la Variante Espiritual y otros itinerarios jacobeos, si bien todavía representan una pequeña parte de la oferta total. En Arousa hay actualmente cuatro albergues públicos en Vilanova, Meis, Pontecesures y Valga y pronto abrirá otro en Vilagarcía. Vilanova es uno de los municipios donde más éxito está teniendo este formato, con varios establecimientos privados abiertos en los tres últimos años. Allí, en la cuna de Valle-Inclán, los peregrinos constituyen ya la mitad de los turistas que pasan por la oficina de turismo, según informa el Concello.