Xosé Rivada y Al Sola presentan la exposición «Fronte as fronteiras»
03 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«Había vida salvaje, virgen, una selva en la frontera del mar, nunca vista por aquellos que flotan sobre una superficie opaca». Jacques Yves Cousteau.
La Casa da Cultura del Concello de Verín es el espacio óptimo para la colección que presentan los artistas, ambos oriundos del valle de Monterrei, Xosé Rivada y Al Sola. Una extraordinaria exposición titulada Fronte as fronteiras, que enfrenta la obra de ambos creadores, caracterizados, precisamente, por derribar todo tipo de barreras artísticas.
La obra que expone el multidisciplinar escultor Xosé Rivada, polifacético autor, revisa con un eco de síntesis poética, un Renacimiento contemporáneo en la fusión del concepto clásico con una iconografía hipertrofiada, expresionista y propia que retrata el convulso contexto cambiante del mundo moderno. Desde el ensimismado recogimiento de las formas cerradas del mármol y la piedra, al conflicto que genera como tensión en sus esculturas de hierro. Con su talento para hacer hablar el metal y un conocimiento eminente de las diversas técnicas y materiales que demuestran el interés del artista por las posibilidades expresivas de la forma. Figuraciones con impronta primitivista como las de Marino Marini y en el vértigo del hueco, la apnea del vano, experimentando la idea de que el vacío es forma en una escultura de lo humano en la que presenta al ser en su dualidad físico-emocional en reposo, con las cicatrices de la gloria o el olvido en sus facciones. Subraya su poder expresivo a través de las incisiones que transforman las luces y sombras en espacios, territorios físicos y volúmenes convertidos en estructura.
Rivada plantea una experimentación a través de los volúmenes orgánicos con estilizaciones de la forma humana que se aproximan a la abstracción.
Sus pinturas, esculturas y escultopinturas, materializan la gestualidad impetuosa del proceso creativo. Ejemplo de esta reinterpretación de las formas orgánicas mediante volúmenes hipertrofiados es el sublime Cigarrón donde la figura de desmesurada expresión, con un discurso experimental más abstracto, remite a la respuesta imponente de Julio González en la conquista de materializar una sólida estatua en el vacío, consiguiendo una perfecta simbiosis entre materia, espacio, simetría y complejidad y estableciendo un equilibrio notable en la pieza a la vez que describe un diálogo sobrecogedor en su lenguaje.
Pinturas matéricas de antropología informalista en el tratamiento de los soportes que rasga, cose, exorcita; la obra de arte como revulsivo, conceptual, simbólica, mágica y temperamental. La obra de un creador tan inclasificable como genial. Son Rivada y Sola artistas con grandes individualidades y distintos lenguajes que recogen en el grito de Constant: After us freedom, el espíritu revolucionario de una cultura capaz de traspasar las barreras de lo estanco.
Al Sola crea una narrativa a través de un alfabeto de imágenes contemporáneas con una selección de lienzos que reinterpretan pasado y presente desde el mito clásico, la parábola o la leyenda y cuyos actores se retratan como personajes de actualidad, convirtiendo a Diomedes en Julian Assange, las tentaciones de San Antonio en un orgiástico bosque de carnaciones. Bañistas de Cèzanne dan vida a sus bravas Lourizanas del Támega. Catálogo de retratos de gran tamaño y buena factura son los de Vincent Van Gogh y Bacon, su autorretrato en el vórtice del vértigo que marca su mirada hacia el misterio interior, donde se haya el enclave de matiz psicológico confrontando de manera maestra lo gestual con lo conceptual. La idea con su resolución a través de un proceso creativo que articula a través de una serie de planos yuxtapuestos con la energía de un cromatismo efervescente y empastado, vitalista, dinámico y emocional entre la figuración, el expresionismo y la abstracción con personajes estereotipados, tan torturados y apasionantes como los de Adrian Ghenie.
El innovador artista presenta una serie que constituye la primera exposición a nivel internacional realizada con obras realizadas con inteligencia artificial a través de un programa en el que el software actúa como colaborador creativo y no como mera herramienta en función de los datos y giros introducidos y modificados por Sola. Esta pionera muestra que supone un desafío e inicia un debate, dialoga a través de una serie de imágenes sorprendentes de corte retrofuturista con la complejidad del valor cultural de los artefactos producidos mediante la creatividad computacional que somete a su estudio y experimentación.