Hoy hablamos de la sala 4 del Museo Naval, dedicada a la educación científica en la Armada y particularmente a la extinta ETEA, prestigioso centro docente que tuvo su sede en la antigua base naval de Ríos, en la ría de Vigo.
La ETEA fue Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada desde 1951 hasta 1990, y después Escuela de Transmisiones y Electrónica de la Armada hasta el año 2002, cuando cerró sus puertas definitivamente, al asumir sus funciones docentes la Escuela de Especialidades Antonio de Escaño en Ferrol, que actualmente imparte más especialidades y cursos de formación, junto con la Esengra, a todo el personal de la Armada en sus diferentes escalas (oficiales, suboficiales y marinería) y condición-relación de servicios (profesionales y reservistas).
Los antecedentes de la base naval de Ríos y de la ETEA se enmarcan en el desarrollo de la Ley Miranda de 1915 y de la Ley de Bases Navales de 1916, ambas impulsadas por el ministro de Marina almirante Augusto Miranda, por las que se crearon las bases navales secundarias de A Graña en Ferrol; Ríos en Vigo; Marín; y Mahón (Menorca), siendo instalaciones que por su localización resultaban inmejorables como Parques de Abastecimiento, especialmente para torpederos y sumergibles. Por consiguiente, la base naval de Ríos comienza entonces su andadura en el verano de 1916 gracias a una Real Orden del 30 diciembre de 1916, por la cual el Parque de Abastecimiento de Ríos pasa a denominarse Base Naval Secundaria de Ríos con las misiones de servir como polvorín de minas Vickers-Elia y estación torpedista.
Por Orden Ministerial del 27 de diciembre de 1939, y ante la necesidad de normalizar el funcionamiento de las escuelas dedicadas a la formación técnica del personal de la Armada, la Marina restableció la Escuela de Especialistas de Transmisiones y Electricidad, —origen de la ETEA— disponiendo con carácter transitorio que se utilizaran las instalaciones de la base naval de Ríos.
En 1947, el entonces capitán de fragata Manuel Álvarez-Ossorio y de Carranza, presenta el proyecto de lo que podría ser la Escuela Superior de Electrotecnia, con unas premisas fundamentales: unificación en un solo centro, dedicación a la investigación y la enseñanza a todo el personal militar y civil. Así en 1951 por Orden Ministerial, se cambia la denominación de la base naval de Ríos por la Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada, comenzando su actividad en 1952.
Como centro docente puntero, la ETEA fue atesorando material con fines didácticos y pedagógicos hasta que, con su cierre, los fondos de carácter histórico, pasaron a formar parte del Museo Naval de Ferrol para su conservación y difusión a las generaciones futuras.
Además de diverso instrumental científico-técnico como voltímetros, polímetros, ondámetros o galvanómetros, entre otros, se destacan unos apuntes originales sobre electricidad elaborados por el teniente de navío y genial inventor Isaac Peral en 1874, dos modelos para enseñar el proceso de desmagnetización de un buque como con el caso de los dragaminas tipo Navia o una completa colección de teléfonos autoexcitados de principios del siglo XX. También podemos destacar: una vitrina con diversos objetos que pertenecieron al contralmirante Manuel Álvarez-Ossorio, impulsor y director durante muchos años de la ETEA; las placas de los antiguos edificios de la ETEA, que llevaban nombres de insignes científicos y marinos; y más recientemente, se han incorporado a esta sala una magnífica maqueta de la fragata F-105 Cristóbal Colón, donada por Navantia, y un cuadro de grandes dimensiones (167,5 x 124 cm), pintura acuarela de la F-103 Blas de Lezo, donado por su autor el pintor Manuel Gandullo Nievas.
Ven al Museo Naval de Ferrol y te contamos más cosas (abierto de martes a viernes, de 9.30 a 13.30 horas; sábados, domingos y festivos, de 10.30 a 13.30 h). Más información en la web del museo https://armada.defensa.gob.es/museonavalferrol y visitas guiadas en la dirección de correo: museonavalferrol@fn.mde.es.