Salidas de buceo desde el CAS Nautilus
10 oct 2022 . Actualizado a las 23:17 h.El fondo del mar y, en particular, los fondos de la ría de Ferrol, son un mundo de sorpresas. Y eso lo saben bien los integrantes del Club de Actividades Subacuáticas (CAS) Nautilus, fundado en 1998 en el concello de Fene. Fue un grupo de amigos practicantes del submarinismo los que plantearon la idea de crear un club centrado en el buceo autónomo deportivo. Y ahí están, desarrollando actividades como en la que este domingo participaban Elena Grande y Francisco Javier Moreno. Se encontraban a punto de ser recogidos en la dársena de Ferrol para participar en una de las salidas de buceo que organizan desde el CAS Nautilus. Este fin de semana embarcaban con su equipos para pasar una mañana de inmersión. En Barallobre, en Fene, el CAS Nautilus dispone de un local que cuenta con un aula en la que imparten los cursos de iniciación, la sala de reuniones y un taller donde revisar y reparar los equipos. Y además, una terraza con vistas a la ría. Está en la Estrada da Brea 10, y allí se les puede localizar los viernes de 19.00 a 21.00 horas. Francisco Javier cuenta también que organizan lo que denominan bautismos de inmersión, que permiten a la gente una toma de contacto con la actividad para saber si les gusta o no. Asegura que engancha, y él y Elena son el ejemplo perfecto. Él tiene ya dos estrellas. Ella, que empezó hace muy poco, ya es buceadora con una estrella. Aunque insisten en que quien mejor nos puede informar es el presidente del club, Manuel David Deibe López, recalcan que también organizan yincanas acuáticas, fotografía submarina y sesiones de buceo adaptado para personas con discapacidad. Les dejamos preparando el equipo a la espera de embarcar para sumergirse en el desconocido mundo de las profundidades marinas. Más información en http://www.casnautilus.org/.
Un camino de Babel
La senda del Camino Inglés engancha especialmente, y en algunos tramos da gusto pasear, e incluso conversar, con los peregrinos que lo recorren. Una vez rebasado el polígono de A Gándara y el monasterio de O Couto, el camino discurre pegado a la ría por el trecho más agradable y menos urbano del primer tramo antes de llegar a Neda. Y cubriendo ese primer tramo nos encontramos con un nutrido grupo de peregrinos. Caminan casi juntos y en principio no se conocen entre sí, pero al detenernos para hablar con ellos se convierten en un grupo compacto. Una es compostelana y va sola, otro grupo más numeroso de seis personas aglutina a unos amigos que se han reunido en Ferrol para hacer el camino. Son de Madrid, Bilbao y Vigo. Y a ellos se une un grupo de ocho finlandeses que cada año eligen un camino a Santiago porque le han cogido gusto. Los 15 peregrinos siguen su marcha y comentan que disfrutan de la experiencia. Percibimos que es así, porque con solo decir hola el grupo comienza a intercambiar sus vivencias y a caminar juntos conversando. También es una torre de Babel, aunque con un poco de castellano e inglés es fácil entenderse. A poco que nos paramos, llegan más peregrinos. Buen camino a todos.
Éxito de «21 Leguas»
Quienes recorrieron un tramo del camino al revés fueron los 1.300 participantes en las 21 Leguas, los 101 Kilómetros de Narón. La prueba partía a las 8 de la mañana del sábado para los ciclistas desde el paseo de Xuvia con un recorrido por los concellos de Narón, Ferrol y Valdoviño y 4 horas, 47 minutos y 19 segundos después cruzaba la meta en el paseo de Xuvia el primer ciclista. Pablo Liñares, del Club Xesteiras de Cuntis y natural de Calo (Teo), se convertía en el primero en llegar a la línea de meta, donde era recibido por la alcaldesa de Narón y los organizadores de la prueba de ultrafondo. Los marchadores partieron desde el mismo punto a las nueve de la mañana y tras cubrir el mismo recorrido que los ciclistas, el primero en cruzar la línea de meta 9 horas, 49 minutos y 34 segundos después de salir era José Santiago Villar, de Os Corzos de Ortegal. En la meta el publico recibió con entusiasmo a todos los participantes en esta durísima prueba, que concluyó ya en la madrugada del domingo con la llegada de los más rezagados, para los que tan importante como ganar era participar y superar el reto.