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El jubilado de Citroën que se hizo artista

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Un vecino de Valadares dona el conjunto escultórico que sorprende a los viandantes

13 oct 2022 . Actualizado a las 20:32 h.

Amadeo Piñeiro ha sacado su arte a la calle para que lo disfruten las generaciones venideras. Todo el que pase por la Estrada de Valadares, junto al bar Hermi, se sorprenderá al contemplar su curioso conjunto escultórico. Aunque lo parezca, no es obra de Sargadelos. Lo ha creado este albañil de 75 años jubilado de Citroën (ahora Stellantis) y muy aficionado a la creación artística. Su obra representa a un gaiteiro que sorprende a una moza junto a una mesa en la que hay una taza de vino y una rosquilla. Pero hay más. La instalación, que se encuentra al lado de su casa, está llena de simbolismo. También ha puesto un banco en el que está representada la ermita del monte Alba. Y en otro asiento, se puede ver el mosaico inspirado en un molino con una vivienda que hay junto a la presa de Zamáns. En otro lugar, un poste de electricidad aparece envuelto con una representación del volcán de Palma en erupción en pequeños azulejos.

Los vecinos de Amadeo celebran que le haya dado un toque de color a la calle. De hecho, lo festejaron hace unos meses con una pequeña fiesta en la que cantaron y bailaron canciones tradicionales. Amadeo, que posee un gran sentido del humor, agradece las felicitaciones y bromea diciendo que «mientras no llamen a la policía me conformo».

Su afición ya le viene de largo. «Ahora que estoy jubilado le dedico más tiempo, pero siempre me gustó hacer algún detalliño», afirma. Su casa está llena de esculturas. Una de las últimas es un barco que le dedicó a su nieto Río, que nació hace siete meses. «En Lugo tengo dos nietos y también les hice un trabajito a cada uno», afirma. También siente predilección por representar a músicos populares, porque a él le gusta la fiesta y, de vez en cuando, rasguea la guitarra.

Músicos

Hizo un mexicano con su guitarrón, un hombre tocando un helicón y otro personaje de rondalla sujetando otro instrumento de viento, al que ya le ha terminado la capa. «Voy a hacerle unos zapatos bonitos», dice. Además ha hecho una réplica gigante de la figura Mochuelo Señorito, de Sargadelos. La prestigiosa firma de cerámica no es su única influencia. «Fui a Barcelona y también me fijé en Gaudí», afirma.

Como ya casi no tiene espacio para más esculturas en su casa, qué mejor lugar donde ponerlas que en la calle para que puedan ser contempladas por todo el mundo. Un vecino le prestó el frente de su finca, que discurre paralelo a la acera, en la que ha instalado a la pareja folclórica. Le dijo: «pon ahí y así no limpio».

Amadeo Piñeiro ya está pensando en ampliar su galería artística al aire libre. «A lo mejor un día pongo un poco más, hasta el último poste, para que le quede libre la entrada», dice.

Le gustaría poder donar sus obras a alguna administración para que se puedan apreciar en la vía pública. De hecho, la Xunta está acometiendo unas obras de mejora de la seguridad vial en la carretera de Valadares. «Voy a pedirles si me dejan colocar alguna de mis esculturas en las rotondas nuevas que van a hacer», afirma. Además pinta al óleo. Tras su jubilación dedica entre una y dos horas al día dar rienda suelta a su sensibilidad artística. «Quiero llevarlo tranquilo», dice.