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Carina Rodríguez, arquitecta técnica: «En Valdeorras hay más de un millar de covas, joyas ocultas»

María Cobas Vázquez
maría cobas O BARCO / LA VOZ

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Carina Rodríguez, en el interior de una de las más de 1.000 covas de Valdeorras
Carina Rodríguez, en el interior de una de las más de 1.000 covas de Valdeorras

Hace 25 años elaboró un intenso trabajo que presentará en el Foro do Camiño

14 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Carina Rodríguez Rodríguez (A Rúa de Valdeorras, 1973) es arquitecta técnica. Hace más de 25 años, cuando estudiaba, decidió hacer su trabajo de fin de carrera sobre la arquitectura del vino en Valdeorras. «No había nada de esto, con planos y documentación técnica desde el punto de vista constructivo. Yo hice un estudio muy amplio, pero que a lo largo de todos estos años a nadie le interesó», cuenta. Hasta ahora. Porque ese trabajo es el motivo de que sea una de las ponentes de la segunda jornada del Foro Camiño de Inverno que organiza la Ruta do Viño de Valdeorras. Rodríguez dará una charla mañana en el centro cultural Avenida de A Rúa titulada Patrimonio etnográfico no Camiño de Inverno: as covas de Valdeorras.

—¿Por qué las covas, tenían una?

—No y tampoco había oído hablar mucho. Iba a hacer otra cosa y al final dije «voy a ver lo que hay aquí». Yo misma no tenía ni idea. Y estamos hablando de un patrimonio de más de mil covas en Valdeorras. Es un apoyo técnico a un patrimonio etnográfico importante que tenemos aquí.

—¿No son solo de Seadur y Vilamartín, que son las más conocidas?

—Entre Larouco y O Barco hay muchísimas en muchos núcleos. También en Petín, en A Rúa son impresionantes, en O Castro o Xagoaza, en Outeiro, en San Miguel...

—Si no había nada de documentación, supongo que fue un trabajo que costó mucho sacar adelante...

—Es un trabajo hecho de cero, para el que mi padre y yo hace 25 años empezamos a recorrer las covas con la gente que conocíamos. Me quedaron algunos núcleos por estudiar porque no sabía ni que las había. Después hice los planos, porque al final son todas muy parecidas, unas más que otras. Hice planos de 20 de las que son las más representativas de las características de cada núcleo. En unas son con una estructura como si fuera una iglesia, con bóveda y con los nichos a los lados, como si fuese de crucería; y en Vilamartín, por ejemplo, ya son los pasillos muchos más estrechos y al final llegas a la cova, que tiene forma de embudo invertido y que termina en el respiradero arriba y está hecha en terreno arcilloso. En función del terreno se hacen de una manera, porque puede ser suelo granítico, arcilloso, mezcla de los dos... Como nos vamos desde Larouco hasta O Barco cambia mucho el terreno y el método constructivo se adapta al tipo de terreno. Al final la cova es un elemento que gracias a la geotermia y a trabajar en el interior de la tierra tiene la misma temperatura en verano que en invierno, de 12 a 14 grados. Funciona como un elemento que conserva el vino cuando suben las temperaturas. Ahí es donde se conserva el vino en verano para que la gente pueda seguir consumiéndolo y vendiéndolo, y el lugar para guardar los injertos. Vilamartín fue una potencia después de la filoxera.

—¿De qué año son?

—La mayor parte de ellas están sin datar y no se sabe en concreto. Doscientos años o así, alguna hay del siglo XVII y del XVIII; pero todas se datan en el 1900, pero tampoco hay documentación. Pero muchas fueron después de la filoxera para guardar los injertos. Y también las hay anteriores, del 1700. Pero no soy capaz de encontrar documentación fiable y no hay papeles. Porque la gente la compró a otras personas o la heredó.

—¿Son un potencial turístico?

—Pienso que sí, turístico y etnográfico. Siempre es un complemento a la comarca. Ves la magnitud de alguna y quedas alucinada de cómo son de grandes. Otras son más pequeñas. Pero hay verdaderas joyas ocultas dentro de las laderas de Valdeorras.

—¿La mayoría están abandonadas?

—No. Hay muchas que sí están abandonadas, pero un gran porcentaje las utiliza la gente.

Varios ponentes en la segunda jornada del Foro do Camiño

Carina Rodríguez será una de las ponentes de la segunda jornada del Foro do Camiño de Inverno. Bajo el título de Viño tradición e historia do Camiño de Inverno por Valdeorras, el centro cultural Avenida se convertirá en un espacio de divulgación de la ruta jacobea. El programa se abre a las diez de la mañana con la inauguración a cargo del alcalde, Álvaro Fernández; la presidenta de Amigos do Camiño por Valdeorras, Asunción Arias; el presidente de la Ruta do Viño, Joaquín Sánchez; y el presidente de la D.O. Valdeorras, José Luis García Pando. A las diez y cuarto será el turno de Antón Alonso Suárez, editor de la revista Vinos y Caminos. A las once será el turno del catedrático de análisis geográfico regional Rubén Camilo Lois, que dará una charla titulada O Camiño como experiencia turística transversal. A las 12.15 horas será el turno de Carina Rodríguez. A la una se proyectará un vídeo de las covas, que dará paso a una mesa redonda sobre el tema en la que participarán el arqueólogo Santiago Ferrer; Simón Val, gerente de Cova da Xabreira; la gestora turística Laura Mondelo y Juan Ayres, miembro de la junta directiva de Hispania Nostra. Tras la comida, a las 16.30 horas habrá una visita a elementos etnográficos, una ruta por el Camiño de Inverno y una cata en Cova da Xabreira.