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En este local la pizza italiana marida con vino ourensano

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

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Un grupo de amigos disfruta del nuevo Isabella
Un grupo de amigos disfruta del nuevo Isabella MIGUEL VILLAR

El restaurante Isabella reabre sus puertas en pleno centro de la ciudad

15 oct 2022 . Actualizado a las 09:30 h.

Fue hace seis años cuando el ourensano Fernando López Moura se enamoró perdidamente de las posibilidades de un local en pleno centro y decidió invertir en él todo su esfuerzo, dinero y energía para traer al mundo —y concretamente a Ourense— el restaurante Isabella. Un homenaje a su abuela, de quien lleva el nombre, la persona que le enseñó a comer bien y el valor cultural de la cocina. Un lugar en el que se fusionan la gastronomía italiana y la gallega y donde la pizza combina a las mil maravillas con vinos de las denominaciones de origen de la provincia de Ourense. Después de varias etapas y de unos años cerrado, Fernando recupera el restaurante Isabella y lo devuelve a la ciudad en una versión mejorada y renovada. «También volvemos adaptándonos a los tiempos. Traemos una propuesta en la que tenemos muy en cuenta el fenómeno healthy que se lleva ahora y por eso a nuestra carta de pizzas hemos añadido una de ensaladas», cuenta. Tan variadas que las hay desde templadas con vieiras y langostinos, a fresquitas con burrata y albahaca o con aguacate y mozarela. Pero la gran protagonista sigue siendo la pizza, en su versión más gourmet, hecha en horno de piedra. Masas 100 % italianas sobre las que reposan ingredientes gallegos de temporada como el pulpo á feira, las setas, los grelos o el queso San Simón. Combinaciones perfectas que incluyen opciones con jamón ibérico, con mozarela, con salchicha o con guanciale, la versión italiana de la panceta. La recomendación en Isabella es maridarlo con vinos ourensanos. «Apostamos por Ribeiro, Valdeorras, Monterrei y Ribeira Sacra. Pensamos que aquí se están haciendo unos caldos buenísimos y que nuestras pizzas son perfectas para degustarlas con estos vinazos», añade Fernando. Todo en un local repleto de intimidad y de detalles, en donde parte de la decoración es obra de Adolfo Domínguez. ¿Por qué volver ahora? «Lo monté con muchísima ilusión y no quería verlo cerrado más tiempo. Creo que vuelvo por romanticismo, por todo lo que es Isabella para mí y espero que lo sea para todos los ourensanos», termina.