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Un refugio en Sober 100% adaptado, porque «las personas con discapacidad también viajan»

Carlos Cortés
CArlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

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Proyectan a 6 kilómetros de Monforte un alojamiento libre de barreras, de casas de madera y con piscina y baño nórdico

20 oct 2022 . Actualizado a las 19:08 h.

Las personas con discapacidades también viajan. Este es el razonamiento de base sobre el que está pensado el proyecto del que será uno de los primeros alojamientos de la Ribeira Sacra 100% accesible para personas con problemas de movilidad. Se llamará «As Laxes, turismo inclusivo», ocupará una finca a medio camino entre Monforte y Sober, y ofrecerá alojamiento en bungalós y servicios extra como una piscina o una bañera nórdica con agua caliente al aire libre y vistas al valle de Lemos.

El proyecto nace del crecimiento constante desde hace años de la demanda de plazas hoteleras en la Ribeira Sacra, pero también de una frustración. «Aunque está claro que las personas con discapacidades también viajan, la verdad es que viajarían más si encontrasen sitios en los que encontrarse cómodos», cuenta Diego Bayo, el promotor de este proyecto. Diego habla de primera mano, porque su mujer, Silvia Santa Clara Rivas, tiene que utilizar una silla de ruedas para desplazarse, a causa de una enfermedad que sufrió cuando era adolescente. Como ellos y sus dos hijas adoran viajar, tienen experiencia suficiente como para afirmar que la oferta turística pensada para personas con discapacidad es mínima. Y en ese caso no se refieren solo a la Ribeira Sacra.

«Hay establecimientos que se anuncian como adaptados para discapacitados y lucen el símbolo que les acredita como tales, pero después llegas y ves que en realidad no lo están o tienen lo mínimo, pero nada más», asegura Diego Bayo. Para cumplir con la normativa actual sobre instalaciones accesibles, explica, solo hace falta una rampa de acceso y tener una puerta más ancha de lo normal.

Cuando les preguntan por esto, los promotores del proyecto de As Laxes siempre recuerdan aquella vez que fueron a Asturias para alojarse en un sitio que prometía ser espectacular y adaptado, pero que nada más llegar los recibió con unas grandes escaleras en la puerta de entrada. Dentro sí estaba adaptado, pero para entrar había que superar unos peldaños imposibles para una silla de ruedas. Fue frente a esas escaleras donde se les ocurrió la idea para el proyecto que ahora entra en su recta final, después de un tiempo de seis meses de moldeado del concepto en el que sus promotores aprovecharon la asesoría que les ofreció el denominado espacio coworking de Monforte, el vivero de empresas que financió en esta localidad durante la primera mitad de este año la Consellería de Industria.

 

«No le quiero llamar cabañas ni bungalós, sino refugios, porque la idea es que As Laxas sea un refugio para todas esas personas a las que les pasa lo que nos pasó a nosotros —explica—, que sufren la experiencia de buscar un sitio verdaderamente adaptado y no logran encontrarlo. algo que puede transformar unas vacaciones en una amargura». Este proyecto contempla la construcción en una primera fase de cinco alojamientos de madera, con accesos a base de rampas y baños adaptados, que parece lo básico, pero también de una grúa para que todos puedan usar la piscina, un diseño de desniveles en el terreno para que las pendientes cumplan la normativa antibarreras, interiores con puertas más anchas y espacios pensados con la amplitud necesaria como para moverse libremente por ellos con una silla de ruedas e indicadores en las rampas para que puedan utilizarlas personas ciegas.

Pero si es tan difícil encontrar algo así no es solo por falta de sensibilidad de los promotores. Es que no sale gratis. Según los cálculos de los promotores de As Laxas, construirlo de esta manera encarece el proyecto en un 35% o un 40%. «De hecho, lo habitual es que si uno encuentra un hotel con habitaciones adaptadas esas habitaciones cuesten un 35% más que una normal», afirma Diego Bayo. En este negocio no habrá doble tarifa, sino que todos pagarán los mismo. Los precios están por definir del todo, pero los promotores estiman que oscilarán entre 90 euros la noche en temporada baja y 120 o 140 en alta.

Este alojamiento estará en el pueblo de Telleiros, en el municipio de Sober pero a poco más de seis kilómetros del casco urbano de Monforte. La parcela mide 6.700 metros cuadrados, aunque para las primeras cinco construcciones de madera con las que quieren empezar no hará falta tanto terreno. El resto queda para las ampliaciones que puedan venir, aunque tienen claro que no quieren algo excesivamente grande para que no se pierda el ambiente que buscan, de integración con el medio ambiente y con el entorno rural en el que están.

Una vez definido el proyecto, que tiene ya nombre, logotipo y proyecto técnico de construcción con recreación virtual incluida, los promotores están ahora en la fase de buscar financiación. La inversión necesaria para levantar la primera fase y poner el negocio en marcha rondaría los 230.000 euros y ellos podrían hacerse cargo de aproximadamente la mitad. Para el resto esperan lograr subvenciones o créditos. Si todo va como esperan, las obras de construcción empezarían antes de que terminase el 2023.

Diego Bayo y Silvia Santa Clara Rivas con sus dos hijas y el logo del futuro alojamiento
Diego Bayo y Silvia Santa Clara Rivas con sus dos hijas y el logo del futuro alojamiento

El hombre de Marín que conoció el paraíso por casualidad

«El paraíso lo conocí por casualidad». Diego Bayo es de Marín y en esa parte de las Rías Baixas vivía cuando el azar le hizo encontrarse con la Ribeira Sacra. Colaboraba en una asociación cultural que entre otras cosas organizaba excursiones turísticas. Una de esas excursiones lo trajo al cañón del Sil. Le gustó tanto que unos años después él y su mujer decidieron comprar una finca en Sober. En principio, solo querían un sitio al que venir con su caravana los fines de semana. Y asi empezaron, pero en el 2005 levantaron allí una casa que primero utilizaron como segunda vivienda y que en el 2015 se convirtió en su residencia principal. Ahora se han decidido a explorar la posibilidad de entrar en el negocio turísimo animados por las experiencias de algunos conocidos. Y por el convencimiento de que la Ribeira Sacra es un paraíso que merece ser visitado. El terreno en el que quieren poner en marcha el alojamiento As Laxes es el mismo que ocupa su casa, pero ampliado con compras de parcelas vecinas que hicieron en los últimos años. La parcela cuenta con una parte arbolada que será la que utilicen para construir otras cinco cabañas si la primera funciona bien.