Las claves para disfrutar de un día en las termas públicas en Ourense
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Las tres grandes áreas termales que tiene Ourense en la orilla derecha del río Miño están ya operativas. En las de Muíño da Veiga no hay límite de tiempo ni de aforo.
22 oct 2022 . Actualizado a las 11:10 h.El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, fue de los primeros usuarios en reestrenar las termas públicas de Muíño da Veiga, que volvieron a funcionar este jueves después de más de dos años cerradas, primero por la pandemia y después por las obras para adaptar las instalaciones a una nueva ley. También han entrado en servicio de nuevo las pozas de A Chavasqueira y todas ellas se unen a las de Outariz y Burga de Canedo, reabiertas el pasado mes de febrero. Las tres grandes áreas termales que tiene Ourense en la orilla derecha del río Miño están ya, por lo tanto, en funcionamiento, pero los usuarios deben tener en cuenta que las normas no son las mismas en todas esas instalaciones.
El manantial que se utiliza en las pozas de Muíño da Veiga no está declarado formalmente como termal ni mineromedicinal, por lo que no le afecta la aplicación de la ley autonómica que regula el aprovechamiento lúdico de este tipo de aguas. Así pues, la regulación de este espacio es la misma que la de cualquier zona de baño normal y no existen las restricciones de tiempo de uso ni de aforo que sí rigen en A Chavasqueira y Outariz. Desde el Concello de Ourense se indica que en las de Muíño da Veiga únicamente se aplica la recomendación de un máximo de una persona cada dos metros cuadrados.
La lista de normas en el resto de áreas termales es mucho más larga. De entrada, en las pozas de Outariz y Burga de Canedo y en las de A Chavasqueira hay un tiempo máximo de permanencia en el interior del recinto que se establece en noventa minutos (sin permanecer más de media hora seguida dentro del agua). Además, si el aforo está completo, es posible que sea necesario esperar para poder entrar. En este sentido, según la información facilitada por el Ayuntamiento, en Outariz y Burga de Canedo hay tres pozas abiertas con una capacidad total para 94 personas, mientras que en A Chavasqueira son dos los vasos habilitados, con un aforo para 13 personas a la vez.
El uso de las termas en el pasado era completamente libre, sin horarios ni vigilancia. Pero ahora estas instalaciones están obligadas a tener personal para controlar el número de usuarios y asegurarse de que las normas son respetadas. Es obligatorio ducharse antes de entrar a las pozas y también usar calzado de baño. Además, las reglas exigen «manter a compostura e un ton moderado na conversa». No se puede comer y beber ni fumar o vapear. Dentro del agua, los bañistas no pueden bucear, salpicar a otros usuarios ni utilizar flotadores o pelotas. Y fuera tampoco pueden utilizar dispositivos para reproducir música dentro del recinto acotado.
Tampoco se puede entrar en esa zona con animales de compañía (salvo perros guía). Además, aunque es algo que suele sorprender a los turistas, en el recinto de las termas no se pueden sacar fotos, una norma que fue ignorada con motivo de la rueda de prensa que el alcalde ofreció en las instalaciones este jueves, con posterior baño grabado en una de las pozas.
¿Son seguras?
La Xunta aprobó la ley de aprovechamiento lúdico de espacios termales para cubrir el vacío normativo que afectaba a este tipo de instalaciones. Al contrario de lo que ocurre con los balnearios, en el modelo de pozas públicas y gratuitas de Ourense no existían unas reglas claras que garantizasen la higiene del agua ni la seguridad sanitaria de los usuarios. Según el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, tanto los técnicos municipales, como la anterior concejala de Termalismo, Flora Moure, del PP, hacían una interpretación muy restrictiva de la ley. Tras la ruptura de su coalición con el grupo popular, el regidor asumió personalmente esa Concejalía y amplió aforos y tiempos máximos de estancia en las únicas pozas que hasta ahora estaban abiertas, las de Outariz y Burga de Canedo.
Desde el PSOE se sospecha que las que acaba de abrir en A Chavasqueira no cuentan con permiso de la Xunta. El delegado territorial del gobierno gallego, Gabriel Alén, dice que no consta la comunicación previa preceptiva para su reapertura y recuerda que la Administración autonómica financió las obras para adaptar las termas a la ley.
Prohibida la entrada a menores de diez años
Antes de que entrasen en vigor las restricciones de la ley autonómica de espacios lúdicos termales, los niños podían entrar en las pozas. Únicamente se recomendaba que los menores de tres años no lo hiciesen. Ahora, sin embargo, el límite de edad se ha fijado en los diez años. Por otra parte, los que tengan entre diez y catorce deberán estar siempre acompañados de un adulto. Es así en A Chavasqueira y Outariz. En Muíño da Veiga no hay limitaciones.