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El parador de Muxía queda como ejemplo de sostenibilidad, integración en su entorno e implicación comarcal

Santiago Garrido Rial
S. G. Rial CARBALLO / LA VOZ

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La inauguración oficial, presidida por la ministra Reyes Maroto, fue un canto constante a la excelencias de unas instalaciones que están entre las mejores de España de la red estatal

27 oct 2022 . Actualizado a las 08:43 h.

Esta mañana la lluvia caía a cántaros en la Costa da Morte, aunque hizo una pequeña parada justo cuando comenzaba la inauguración oficial del parador de turismo de Muxía, a los 28 meses de su apertura al público. Aunque a nadie le importaba. No ya porque los actos fueron dentro del edificio, con algunas salidas de quienes lo deseaban hasta la espectacular zona de la piscina-mirador, sino porque la lluvia y el viento forman parte de la esencia de un edificio (el número 98 en la red de Paradores de España y el duodécimo en Galicia) que tiene entre sus muchos atractivos esa naturaleza agreste que tanto gusta a sus huéspedes. Por eso entre las valoraciones los inquilinos está siempre entre los tres mejores del país, y en la ocupación, también entre los primeros.

Por si acaso esas maravillas no quedaban claras, todos los asistentes y ponentes las dejaron meridianamente claras. Entre los primeros, alcaldes y concejales de todos los concellos de Soneira y Fisterra (además del pontecesán Lois García Carballido), especialmente Muxía, además del vicepresidente de la Deputación y edil carballés, Xosé Regueira; empresarios, representantes sociales o los hermanos carballeses Juan y Antonio Cancela, tan vinculados al proyecto desde su mismo germen. Los segundos fueron seis: el director, Julio Castro; el presidente de Paradores, Pedro Saura; la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro; el presidente de la Deputación, Valentín González Formoso; el alcalde, Iago Toba, y la ministra de Turismo, Reyes Maroto. Todo en medio de un ambiente distendido, muy cordial, con la música de gaitas en la entrada de Trubisquiña de Vimianzo y algunos pinchos finales extraordinariamente elaborados del producto local.

Castro Marcote destacó que en el éxito han influido sobre todo tres factores: el enclave, el proyecto tal y como fue diseñado y el «magnífico equipo de trabajadores», de los que una buena parte son de la zona. También agradeció el apoyo de los tres alcaldes que han convivido con esta obra, el cariño que dispensan los vecinos y destacó el simbolismo de este lugar.

Treinta millones

Pedro Saura destacó que se trata de un «día muy especial» para Paradores, para Galicia y para la Costa da Morte», fruto del «trabajo de mucha gente en estos casi veinte años, tiempo en el que pasan muchas cosas». Y se requiere mucho dinero: 30 millones, entre lo que costó finalizar el edificio y la puesta en marcha posterior, lo que ha dado como fruto «tener uno de los mejores paradores de la red». Para la ministra, un guiño, al agradecerle el «cariño» que le tiene a la red, de ahí que muchos de los fondos Next Generation para turismo se quedarán en estos hoteles. Saura también destacó que el muxián «es de los que mejor responden a los valores de paradores», en el sentido de la transformación turística hacia valores como la sostenibilidad, la conexión con la naturaleza, la biodiversidad y la potenciación de la cultura en sus diversas vertientes: desde la gastronomía hasta la pintura o la fotografía. Y todo eso permite, además, «el desarrollo de su entorno», con numerosa clientela fiel y mucho empleo directo: turismo con valor añadido.

Ana García

Nava Castro se mostró «tremendamente orgullosa» de estar en la inauguración de este «emblema de los paradores gallegos», cargado de simbolismo, como una ave fénix que renace de lo que fue una tragedia. Y además en un entorno que es un «lujo», tanto Muxía en sí misma como el Finisterrae y la Costa da Morte en general, e incidió también en el ejemplo de sostenibilidad que representa. También habló de las excelentes cifras que está cosechando el turismo gallego en general, además del Camiño. 

Jorge Mira

Aprovechando la presencia entre los invitados del físico Jorge Mira, avanzó que su proyecto de los últimos atardeceres de Europa, con epicentro en el de la Costa da Morte, será presentado en Fitur, dentro de una campaña más potente denominada Alén do Solpor. Más tarde, el propio Mira se la explicó directamente a la ministra y al presidente de la Deputación.

Precisamente Formoso habló de que esta jornada ha sido «moi relevante para Muxía, A Coruña, Galicia e España». Una provincia que tiene mil kilómetros de costa, y una comarca plagada de leyendas y naufragios, algo único. Recordó que de la catástrofe han salido aspectos relevantes, como prohibir los petroleros monocasco o aumentar los medios de lucha contra la contaminación marítima. Y elogió a una comarca que «traballa moi unida», con buena coordinación con las Administraciones. Sobre el parador, la Deputación también tuvo un papel destacado, como fueron los dos millones invertidos para garantizar los buenos accesos.

Toba agradeció el esfuerzo de los «traballadores marabillosos» del parador, empezando por el director. A la ministra le contó «en muxián» una «lenda» sobre un «barco empotrado na ladeira», recreación un tanto personal de lo que pasó hace unos años y vino después, y resaltó el cariño y la forma de ser de los muxiáns.

La ministra Maroto, por su parte, remarcó el concepto de sostenibilidad como bandera del parador, y se confesó «emocionada» por el acto, transmitiendo además un saludo expreso del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. «Era necesario que la Costa da Morte tuviese un parador», indicó. Evocó la leyenda de A Barca, leyó versos de Lorca de su visita a Muxía, elogió el resultado final del hotel, entendió que es lógico que sea «uno de los más reclamados de la red y de los más valorados» por ser tan singular. Y terminó con Manuel Rivas, con uno de los textos en los que describía la Costa da Morte, un conjunto de obras de arte entre las que Maroto (muy accesible en la conversación con todo el mundo, amable e interesada en la comarca, y sin prisas) incluyó también el parador.