La comarca conserva joyas de raíz medieval que acogieron episodios que bien pudieran evocar la afamada trama televisiva: buena parte de estas construcciones fueron alzadas por la casa de Andrade, que tras largos siglos de vicisitudes acabaría integrándose en la de Alba
27 oct 2022 . Actualizado a las 01:02 h.Ferrolterra conserva una veintena de espacios de raíz medieval que acumulan casi tantas leyendas e historia como la saga de Juego de Tronos. Además de monasterios, iglesias y casas señoriales, quedan en pie cuatro grandes fortalezas que han ido pasando, en manos de la nobleza, por múltiples intrigas, contiendas y revueltas. Un largo camino que viene, casi desde el fondo de las edades, de la mano de los señores de Andrade, para finalmente desembocar en la casa de Alba, como si se tratase de una más de las tramas de ficción. Al castillo de Moeche, por ejemplo, el heredero del ducado de Alba e hijo mayor de Cayetana Fitz-Stuart acudió de visita hace relativamente poco, en el 2007, aunque en la actualidad está cedido a la Administración local, como tantas otras de sus posesiones. Los castillos de A Nogueirosa (en Pontedeume), y de Narahío (San Sadurniño), también son propiedad de la Fundación Casa de Alba. Estos son algunos de sus secretos, derivados en muchos casos de intrigas y conflictos a los que solo les faltaron un trono de hierro.
Santuario de Breamo
El santuario del monte eumés de Breamo perteneció a un antiguo monasterio de canónigos regulares de la Orden de San Agustín... del que ya no queda ni rastro. Hay pistas que de existía en el año 1169 y acumula una larga lista de leyendas, como que cuenta con túneles subterráneos y secretos que muchos vecinos aseguran que han recorrido cuando eran niños, desde el altar de la ermita hasta la costa. Otra historia de la zona asegura que es un espacio especial para exorcismos. Lo que sí está claro es que Breamo es un mirador privilegiado hacia el Atlántico para contemplar, tanto la ría de Ares como la de Betanzos desde Pontedeume. Y las romerías de septiembre por el San Miguel, donde cada año se renuevan muchas tradiciones.
El templo románico del siglo XII está dedicado al arcángel San Miguel, el vencedor del temible dragón.
Castillo de Nogueirosa
El denominado castillo de Andrade se llama realmente fortaleza de Nogueirosa y también está en el municipio de Pontedeume. Destaca en él, sobre todo, la torre del homenaje, de unos veinte metros de altura, que se alza sobre la Pena Leboreira. Durante largo tiempo fue un puesto de vigilancia sobre el valle del Eume, propiedad de los antiguos señores feudales de Andrade. La familia de Nuño Freyre de Andrade O Mao se refugió en él durante las revueltas irmandiñas. Desde lo más alto es posible divisar toda la comarca y las rías de Ferrol, Ares y Betanzos. El castillo de Andrade fue el primer monumento de A Coruña en ser declarado Monumento Nacional en el año 1924. Se puede visitar cada verano.
Torreón dos Andrade en Pontedeume
En la villa de Pontedeume hay otro escenario de película, el Torreón dos Andrade. El último vestigio que se conserva del antiguo palacio condal, demolido en las primeras décadas del pasado siglo. El torreón señorea las callejas de piedra del casco antiguo eumés. Se levantó en la segunda mitad del siglo XIV, y sufrió distintas remodelaciones a lo largo del tiempo. Hoy, la primera planta acoge la Oficina de Turismo de Pontedeume, donde se pueden conocer muchas leyendas de la zona. Las plantas segunda, tercera y cuarta están dedicadas al Centro de Interpretación de los Andrade, con exposiciones sobre la historia medieval de la villa y de sus señores feudales. Y cualquier rincón cercano a las almenas recuerda la escena en la que Jamie Lannister empuja a Bran por la ventana.
Castillo de Narahío de San Sadurniño
A primera vista parece estar en ruinas en su mayor parte, pero en cuanto uno accede al interior se encuentra con un sin número de sorpresas. Las revueltas irmandiñas estuvieron a punto de acabar con la fortaleza, que finalmente se reconstruyó, pero que no ha llegado del todo entera a la actualidad. En cualquier caso, la visita merece la pena por el entorno y porque la construcción es enorme. El paraje que dibuja el río Castro, que se une al Xuvia en Doso, junto al molino de Gradaílle, al lado de la fortaleza de Narahío, es digno de cualquier episodio fantástico y se puede ver en cualquier época del año.
Castillo de Moeche
A solo 20 minutos en coche del castillo de Narahío se encuentra el castillo de Moeche. Otra de las antiguas propiedades de los Andrade, por lo que también tuvo a Nuño Freire de Andrade O Mao entre sus señores. Allí es posible revivir episodios históricos in situ, ya que cada año en las fiestas del municipio se representa la toma del castillo durante las revueltas de Os Irmandiños. En la senda que une Moeche y Narahío es sencillo evocar el recorrido que aquellos hicieron en estas tierras cuando se rebelaron contra el señor feudal. En octubre, el castillo de Moeche solo estará abierto fines de semana y festivos (de 11.30 a 14.00 y de 16.00 a 18.30 horas), y a partir del 2 de noviembre cerrará para renovar los contenidos expositivos.
Monasterio de Caaveiro en A Capela
El pasado mes de septiembre el monasterio de San Xoán Caaveiro se convirtió en un plató de cine para el rodaje de algunas escenas de la película Nueva Tierra. Durante todo el verano cientos de visitas llegaron a un imponente espacio que conserva casi todo el esplendor de sus épocas pasadas en manos de los Andrade. Caaveiro no solo es un monasterio, sino que su historia remite a otros espacios cercanos, como la iglesia de San Martiño de Andrade. Aunque ya está en la parroquia del municipio de Pontedeume y es uno de los más notables ejemplos de la singular belleza del románico de las tierras del Eume. Las visitas se realizan fundamentalmente hasta el mes de septiembre. Además, en la zona de As Neves de A Capela, está la iglesia de Nosa Señora que conserva, en un monumental relicario, el alba de San Rosendo que antaño custodiaron, precisamente, los monjes de Caaveiro.
Monasterio de Monfero
El monasterio Santa María de Monfero no está en su mejor momento: la maleza invade desde hace años parte de sus muros. Sin embargo, queda mucho espíritu en una edificación del siglo XII declarada Bien de Interés Cultural y que contiene, por ejemplo, los sepulcros más bellos de la comarca, como el de Aras Pardo. En la iglesia se mantienen retablos y se atesoran episodios como el del castellano Alfonso Bermúdez, que ordenó la reconstrucción en el 1114 de la ermita de San Marcos para poder esconder a sus hermanos Suerio y Froila, que habían apuñalado al mayordomo de Doña Urraca. Desde el 1 de mayo al 22 de octubre, la oficina de turismo municipal situada en el monasterio de Santa María de Monfero abre de miércoles a domingo, de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas (el primer domingo de mes cierra y abre el martes siguiente). Y en sus instalaciones se puede conocer muchas leyendas e historias para disfrutar aún más de la visita.
Capilla Gótica de Serantes
La capilla gótica de Serantes está situada en un extremo del actual cementerio de la parroquia. Se trata de la construcción más antigua que se mantiene íntegramente en pie en Ferrol. Antaño, estuvo anexa a la iglesia parroquial de San Salvador, que cuando se reconstruyó fue desplazada ligeramente del emplazamiento original, dejando así espacio para el camposanto. La capilla de Santa Mariña en Ferrol es anterior, pero apenas se conserva la fachada. La visita se puede realizar al tiempo que los servicios religiosos.
En Serantes descansan los restos de Afonso de Serantes, un noble del siglo XV a quien también se llevó la gran pandemia, la peste.
Ermita de Santa Margarita en O Val
La ermita de Santa Margarita de O Val es una de las construcciones más antiguas del concello de Narón, ya que se sitúa en el siglo XV. Fue construida por Fernando de Andrade y doña Inés de Castro y Lanzós. A mediados del siglo XVIII, la gran afluencia de peregrinos del Camino la transformó en un albergue. Al lado de la capilla está el crucero de Santa Margarita y al otro, la fuente con las cañerías de Santa Margarita y Santa Lucía. Los vecinos consideraban que Santa Margarita era quien ordenaba el clima, por lo que uno de los ritos para aplacarla consistía en mojar la figura en la fuente, tras sacarla en procesión. Se puede visitar los domingos.
Pazo de Baltar en Narón
La construcción del Pazo de Baltar se atribuye a Ares Pardo o a su hijo Xoán Pardo de Lago y Andrade, en la primera mitad del siglo XVI. De hecho, él está considerado el primer señor de Baltar. Una descendiente del fundador, doña Josefa Cayetana Pardo y Moscoso, se casó con su pariente don José Jacinto Quindós y Andrade, tercer marqués de San Sadurniño, entrando el Señorío de Baltar en esta casa. Los marqueses de San Sadurniño fijaron su residencia en este pazo hasta 1914, cuando la última marquesa de San Sadurniño lo donó a unos misioneros tras siglos de sucesos que quedaron reflejados en la construcción.
Monasterio de San Martiño do Couto o de Xuvia
En pleno Camino Inglés, el monasterio de San Martiño de Couto o de Xuvia continúa lleno de vida, ya que el Concello centra en sus espacios muchos actos culturales. En su web se puede encontrar una completa guía para llegar a la zona y más información. Es un monumento nacional desde 1972 y conserva la iglesia románica de los siglos XII y XIII. La planta del templo tiene tres naves de cinco tramos con arcos de medio punto peraltados y los capiteles esculpidos sobre pilares de grandes columnas. En su interior se conservan sepulcros como el de Rodrigo Esquío, del siglo XV, descubierto casi por casualidad hace pocos años.
Iglesia de San Nicolás de Neda
La iglesia de San Nicolás de Neda es gótica, data de la segunda mitad del siglo XIV y aparece mencionada por primera vez en un documento de 1397. En torno a este templo existe una tradición que se repite en otros lugares de España, como Valencia o Valladolid. Se trata de las caminatas de San Nicolás, que ayudan en casos difíciles. Hay que peregrinar tres lunes seguidos hasta la iglesia, que se encuentra donde desemboca el río Belelle, en pleno Camino Inglés. Se da la circunstancia de que en el interior de esta iglesia se conserva una reliquia de su patrono, San Nicolás de Bari, el santo que inspiró la leyenda de Papá Noel.
Monasterio de Santa Catalina de Montefaro en Ares
El monasterio de Santa Catalina de Montefaro, en Ares, debe también su creación a la Casa de Andrade. La fundación de este monasterio se fecha el 3 de agosto de 1393, en un documento de Fernán Pérez de Andrade, O Bo, firmado por el arzobispo compostelano Xoán García Manrique, en Burgos.
En su interior conserva numerosos restos de la época medieval, entre ellos unos magníficos capiteles, situados a la altura del antiguo refectorio. Unos capiteles entre los que brilla, con luz propia, uno en el que San Francisco les predica a las aves.Se llega a el desde Cervás o desde Mugardos, cogiendo un desvío cerca del castillo de La Palma.
Castillo de la Palma en Mugardos
El castillo de La Palma, en Mugardos, custodia la entrada de la ría ferrolana por su ribera sur. Aunque su actual conformación procede, en su mayor parte, del siglo XIX, la fortaleza primitiva extiende sus raíces, a través del tiempo, hasta el siglo XVI. También es un escenario con historia, ya que en esta fortaleza, que antaño se conocía como Nuestra Señora de la Palma o de la Blanca Palma, se vivió el combate de las tropas inglesas en 1596, además de la invasión de Mugardos. Entre 1731 y 1744 llegó una gran ampliación que desdibuja su identidad medieval.
Castillo de San Felipe
El castillo de San Felipe, emblema de la candidatura ferrolana a Patrimonio de la Humanidad, vigila la entrada de la ría desde su ribera norte. En el siglo XVIII, que es cuando adquirió su actual aspecto, fue una de las fortalezas más temidas en Europa entera. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, a tiempos del rey Felipe II. En el año 1800, la fortaleza se ganó una fama eterna al hacer frente a una escuadra inglesa de 109 buques y 15.000 hombres en la batalla de Brión, que cada mes de agosto se recrea. Se puede visitar durante todo el año.