Este nuevo hostal con encanto de Santiago hace una oda a las máquinas de coser «vintage»
VEN A GALICIA
The Tailor's Garden abrió sus puertas en Santiago hace un par de meses y el 90 % de sus huéspedes son estadounidenses
29 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A solo 200 metros de la plaza del Obradoiro abría en agosto un nuevo hostal con encanto que esconde, de puertas para adentro, un jardín de ensueño y una curiosa oda a las máquinas de coser. «Tenemos una colección vintage expuesta en el recibidor y a la gente le llama muchísimo la atención. Es raro que hagan el check-in y no les hagan una foto», comenta la propietaria de The Tailor's Garden (El Jardín del Sastre, en español) «Hasta en las habitaciones tenemos algunas máquinas de coser», añade la santiaguesa Lara Pereira, que ha llevado también al logo del negocio esta imagen. Explica que, aunque le hubiera gustado, es abogada y no tiene una historia personal que la vincule con costureras, modistas, sastres o nada similar. Ella es hija de una pareja de carniceros de toda la vida, y a mucha honra, porque «gracias a la carnicería Pereira y a su trabajo pudieron invertir en esto y lo han dejado en mis manos. Es, además de muy generoso, muy atrevido porque no tengo experiencia previa en el sector, más allá de unos apartamentos turísticos en Concheiros que abrimos después de la pandemia», dice agradecida la vecina de Aríns.
Sus padres ya no están detrás del mostrador en la Praza de Abastos ni de Área Central, aunque mantienen la ganadería. «Estuvimos viendo inmuebles en el casco histórico con la idea de rehabilitar, pero se cruzó este hostal por el camino y me enamoré. En realidad, los antiguos propietarios ya tenían la reforma hecha y todo preparado para abrir, sin embargo nunca lo llegaron a hacer. A uno de los socios le gustaban mucho las antigüedades y puso él las máquinas de coser en exposición», indica Lara. Detalles como este, destaca, son los que hacen de Tailor's Garden un espacio con mucho carácter y, «nada más cruzar la puerta, es un lugar que transmite una paz y tranquilidad espectacular. El jardín parece un mundo aparte, porque de repente escuchas a los pájaros piar en pleno casco histórico. Y muchos huéspedes se sorprenden al escuchar el canto de un gallo por la mañana», pues en las huertas vecinas aún quedan animales de granja. Una de sus reacciones favoritas, dice, es cuando los clientes abren la puerta de una de las cuatro suites y desde la recepción constatan su admiración: «Escuchas: "¡Oooh!"».
Cuenta para gestionar el hostal con el respaldo de Sara Martínez Pérez, una estudiante de Turismo y Empresas que, «además de ayudarme, lleva la cuenta de Instagram y me aporta mogollón de ideas porque tiene un entusiasmo y unas ganas de hacer cosas increíbles». Curiosamente, apunta la emprendedora compostelana, el 90 % de sus visitantes son turistas estadounidenses y un 80 % son peregrinos que viajan solos. «Es un perfil totalmente distinto al que tenemos en los apartamentos», comenta la gobernanta, quien planea abrir antes de que acabe el año una pequeña cafetería en el jardín. La construcción de madera ya está en marcha y pinta bonita.
