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La vieja senda de Vilalba a Viveiro que quiere ser Camino de Santiago

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS VILALBA / LA VOZ

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Participantes en el recorrido que este año organizaron los concellos. En la imagen, caminantes en Ourol.
Participantes en el recorrido que este año organizaron los concellos. En la imagen, caminantes en Ourol.

Concellos de Terra Chá y de A Mariña promocionan el Camiño do Nordés

29 oct 2022 . Actualizado a las 17:33 h.

La Terra Chá y A Mariña quieren tener una nueva variante del Camino de Santiago. Se trata en realidad de una vía con siglos de historia, pero se busca ahora su reconocimiento oficial como ruta jacobea. Antón Pereiras, estudioso de la historia de Muras que dio el primer paso para recuperar y divulgar el itinerario, afirma que autores como Juan Donapetry y Jesús Noya, que fueron cronistas oficiales de Viveiro, se refirieron a la ruta como vía marítima del Camino Francés. Además recuerda que tanto la ciudad del Landro como Celeiro tenían, en el siglo XVI, sendos albergues hospitales que llevaban el nombre del apóstol Santiago.

La ruta salía de Vilalba por A Magdalena, la misma zona de las afueras de la capital chairega de la que partían los caminos que iban a Ferrol y a Betanzos. Se dirigía a Santaballa y entraba en el actual municipio de Xermade por Lousada. En esa parroquia se cruzaba con el camino real que iba de Mondoñedo a Ferrol. Continuaba hacia el alto de A Armada, actual límite de Xermade y de Muras, y entraba en la parroquia de O Burgo, hoy perteneciente al municipio murense. El recorrido hacia el norte llegaba después a Ourol y pasaba cerca del actual casco urbano.

Como en muchos otros itinerarios, y los jacobeos no son una excepción, esta vía también tenía dos trazados en su tramo más septentrional. Una avanzaba hacia Viveiro por Galdo, y otra, más al este, por la zona de Arredoada, cerca de la actual carretera LU-540 (Viveiro-Cabreiros). Las dos variantes confluían en la parroquia de Landrove, junto a un puente que salva el río Landro, antes de llegar al casco urbano viveirense.

Los concellos de Vilalba, Xermade, Muras, Ourol y Viveiro han asumido la recuperación y la promoción de la ruta, y el reconocimiento como variante del Camino de Santiago se presenta como el próximo objetivo. Pereira subraya que conoce algunos tramos de la vía, los que van de Muras a Viveiro, desde hace décadas; pero también recalca que actualmente se conserva en muy buenas condiciones. Su próximo objetivo, tras haber logrado que el camino ya se conozca, es publicar una guía que recoja su historia así como los alicientes que lo hacen atractivo.

Participantes en el recorrido que organizaron los concellos. En la imagen, caminantes en el puente de Landrove (Viveiro).
Participantes en el recorrido que organizaron los concellos. En la imagen, caminantes en el puente de Landrove (Viveiro).

Destaca que la ruta ofrece una notable variedad paisajística y que las subidas y bajadas en algunos tramos no constituyen una gran incomodidad. También reconoce que la actitud de los gobiernos locales por los que discurre la ruta «foi receptiva», y desvela cuál es el motivo de que el itinerario empiece a llamarse ahora Camiño do Nordés. Más que una concesión a la historia, en este caso se trata de una cuestión geográfica, ya que, explica, la ruta queda al nordeste de Santiago de Compostela, final de los itinerarios de peregrinación.

Asociaciones y ayuntamientos ven una oportunidad para potenciar el turismo

El xermadino Antonio Riveira, presidente de la Asociación Roteiros da Carba, asegura que la ruta tiene alicientes variados para ser descubierta. En su opinión, una de las razones por las que se conserva en buenas condiciones es que mantiene en bastantes tramos un uso relacionado con la agricultura, con la ganadería y con el sector forestal. «Segue a ser útil para conectar leiras e parroquias», afirma.

Para Riveira, que la ruta sea reconocida oficialmente como itinerario jacobeo no es un propósito inalcanzable: «Entendo que é factible esa posibilidade», dice. También encuentra razonable que la vía fuese usada por peregrinos que partían de Viveiro, ya que la distancia es más corta que si se continúa cerca del mar, por la comarca de Ortegal.

El alcalde de Xermade, Roberto García, sostiene que la promoción de la ruta es una buena oportunidad para divulgar la zona y para estimular la economía. Tomando como referencia lo ocurrido hace años en otras partes de Galicia, el regidor xermadino confía en que el reconocimiento como variante del Camino de Santiago ayude a la apertura de nuevos negocios.

Por su parte, el alcalde de Ourol, José Luis Pajón, cree que los municipios por los que pasa el itinerario tienen «moito que ofrecer» y que la promoción de la ruta puede contribuir a paliar la pérdida de población: «É un dos problemas que temos os concellos pequenos», explica. El turismo, dice, puede ser un revulsivo para Ourol.

Cinco municipios. La ruta discurre por los actuales municipios de Vilalba, Xermade, Muras, Ourol y Viveiro.

55 kilómetros. Pereira calcula que esa es la distancia total, si bien reconoce que no la midió.

Cuatro etapas. Los concellos organizaron este año un recorrido por la vía, dividido en varias jornadas.