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Baños de gongs, una nueva forma de rebajar el estrés en la ciudad

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

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Hadrián Lueiro y Natalia Pereira logran con sus baños de gongs «que la gente sienta que flota», dicen.
Hadrián Lueiro y Natalia Pereira logran con sus baños de gongs «que la gente sienta que flota», dicen. PACO RODRÍGUEZ

Una pareja de santiagueses, Hadrián y Natalia, ofrece a través de Self Love Return esta experiencia con equipamiento prémium

17 nov 2022 . Actualizado a las 08:52 h.

Desde hace seis meses, Self Love Return ofrece en Santiago baños de gongs, una nueva forma de rebajar el estrés en la ciudad. Una pareja de compostelanos, Hadrián Lueiro y Natalia Pereira, está detrás de esta experiencia. Todo comienza con una breve explicación y meditación guiada, de unos 5 minutos, para conectar a los asistentes con ellos mismos. Luego, estos dos treintañeros pasan a la acción con las mazas y se sirven de «las distintas frecuencias que emiten los gongs para relajar la mente. Se llama sonido binaural y lleva al cerebro a un estado de baja actividad y relajación profunda en el que nos olvidamos de los problemas del día a día, de cargas familiares y la sobrecarga de pensamientos o preocupaciones. Está demostrado científicamente que este sonido relaja la actividad cerebral, quiera la persona o no, y la lleva a un sueño lúcido o meditación profunda», afirma él.

PACO RODRÍGUEZ

Por otra parte, continúa Natalia, están los armónicos: «Es una vibración tan potente que se siente en el ambiente, es como si notases un masaje vibratorio sutil, pero no trabaja de forma superficial el cuerpo sino hacia dentro, como una terapia de ondas de choque que actúa en todas las células». Actualmente, emplean dos gongs (de camino viene el tercero), «seleccionados específicamente por el tipo de frecuencias que emiten. No son gongs de segunda mano ni baratos. Son, por decirlo así, los Mercedes de los gongs, con 12 meses de fabricación y lista de espera para conseguirlos. Elegimos el mejor material del mercado porque buscamos dar un servicio de relax, confort y lujo. Es decir, en vez de tener que venir cada uno con su propia esterilla, ponemos nosotros unos futones de buena calidad para que las personas con dolores de espalda u otras dolencias estén lo más cómodas posible», subrayan.

La pareja trabaja con grupos reducidos de hasta 12 personas, para así «poder manejar el estado de catarsis o sensibilidad emocional». «Si el baño de gongs va enfocado a la sanación emocional buscamos ese derrumbe, a diferencia de los que enfocamos a la relajación», indican. Hasta ahora, Self Love Return ha realizado sus baños de gong —tanto sesiones individuales de 45 minutos como pujas de siete horas y media— en centros externos de Pontevedra, A Coruña y Santiago; aunque su intención a medio plazo es abrir unas instalaciones propias en su ciudad. Reconoce Hadrián que es un servicio «que todavía aquí no es muy conocido por el público, o tuvieron alguna experiencia previa usando materiales baratos o con un enfoque diferente al nuestro», por lo que para darse a conocer han organizado para el domingo 27 una jornada de puertas abiertas con plazas limitadas en uno de los espacios del Ensanche donde trabajan habitualmente, Antigimnasia Myriam Asensio (también hacen baños de gongs en Fisio GDS). 

Aseguran que se ha demostrado que a partir del décimo baño de gongs «se empiezan a ver los beneficios para la salud» que producen los armónicos en la regeneración de células o fibras dañadas; de ahí que se ofrezcan pujas equivalentes a 10 sesiones individuales. 

¿Y cómo acabaron ellos haciendo baños de gongs? Hadrián lleva ligado a su parte espiritual desde que era muy pequeño y desde entonces «empecé a investigar, a formarme y a intentar dar un sentido lógico o científico a lo que vivía», responde. Natalia se inició ya de adulta, dice: «Yo llegué a esto a base de dar tumbos por la vida. Tengo el título de auxiliar de enfermería y, ejerciendo de ello, pude comprobar que a raíz de una emoción se presentan a veces dolores físicos. Me saqué el curso de masajista profesional, quiromasajista, y de otros masajes especializados e hice un curso de gongs. Empecé a experimentarlo mucho en mí. Tenía dolores al levantarme que me impedían moverme y, parándome a pensar, venían siempre de algo emocional». Tras recibir varias formaciones sobre la materia, «nos dimos cuenta que dábamos más de lo que íbamos recibiendo en ellas y de ahí surgió Self Love Return, donde buscamos saber reconocer, gestionar y aceptar las emociones a partir de un trabajo holístico de desarrollo del alma».