La asociación Barlovento apuesta por una intervención bajo cubierta
20 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La casa de la cultura Manuel Lueiro Rey fue testigo ayer del enorme interés que suscita entre los vecinos Adro Vello. El debate sobre el yacimiento arqueológico, organizado por la Asociación Cívico-Cultural Barlovento, reunió en la sala a más de medio centenar de personas ansiosas por descubrir los resultados de la primera intervención sobre el terreno del equipo dirigido por el arqueólogo Adolfo Fernández, quien realizó un breve resumen de los trabajos acometidos en la zona.
La antropóloga Olalla Costas habló de la riqueza existente en O Carreiro, de cómo fueron los habitantes de aquel asentamiento, a través del estudio de sus restos, o sobre que patologías padecían. Un sinfín de información que llegó a su punto álgido tras la intervención de la conservadora Marta Lago, que puso sobre la mesa los pros y contras de realizar un museo en la zona, algo que está ya en el punto de mira de todos.
Bajo su opinión, la problemática reside no solo en que hay «varios elementos vulnerables que non permiten a súa exposición e conservación ao aire libre, como os pavimentos, revocos de plas ou estucos en paredes», sino en que se deben tener en cuenta los movimientos y el proceso erosivo de la duna y los flujos de agua. Además, tal y como están situadas las estructuras, realizar zonas de circulación por el interior del yacimiento se volvería complicado. Lago ponía encima de la mesa tres opciones para musealizar Adro Vello: o bien en un edificio cubierto, lo que impactaría de manera negativa en el paisaje y además requeriría del traslado de la carretera provincial; al aire libre, pero con un vallado y pasarelas que permitan visualizarlo cómodamente, pero que haría necesario el tapado de las piezas más vulnerables y exigiría un control exhaustivo del crecimiento de la vegetación; o al aire libre como ha permanecido hasta ahora, algo totalmente desaconsejable si no existe un control del circuito de visitas.
Para la Asociación Barlovento, la opción más acertada es la de realizar una edificación cubierta «para darlle a verdadeira importancia que ten este achado», relataba Francisco Iglesias, «pensando tamén en que somos un polo de atracción turística».
El eje central del debate giraba entorno a la divulgación «do que somos e o que temos», decía Iglesias. Roberto Pena, jefe de arqueología de la Xunta apostaba por una musealización más ligera, con un cierre perimetral, que tenga en cuenta el entorno y el paisaje, y «aúne cultura, historia e medio ambiente». La clave está en cómo de ambicioso debe ser ese proyecto para divulgar el patrimonio. En definitiva, hay que hacer que el lugar sea relevante para la gente «construír un relato ao seu redor», apostillaba la consultora en gestión de recursos culturales Matilde González.
Por su parte, el alcalde de O Grove, Jose Cacabelos, aplaudió la implicación del Consellería de Cultura, con la que se mostró dispuesto a colaborar, y espera que los expertos trasladen ese Plan Director «para que sexades os técnicos os que nos marquedes o camiño aos políticos», concluyó.