En la acrópolis de Celanova se puede ver cómo vivieron los castrexos entre la Edad de Bronce y la romanización
22 nov 2022 . Actualizado a las 20:10 h.El otoño es una época magnífica para visitar uno de los hitos históricos de Celanova, en la provincia de Ourense. Allí casi empezó todo y desde allí se divisa toda la comarca. Se trata de Castromao, el castro que fue Coelióbriga, la antigua ciudad prerromana, capital política en la que se asentó la tribu de los Coelerni, ubicada a dos kilómetros de la villa de san Rosendo. Muy cerca se intentó hacer una recreación con fines turísticos. Surgió como decorado para una película que no se rodó y ahora se encuentra semiabandonado.
Estructuras habitacionales
En la acrópolis hay más de setenta estructuras habitacionales, con planta redonda o cuadrada, en las que vivieron los coelernos durante casi mil años, entre la Edad de Bronce y la romanización. De esta última etapa son las estructuras cuadradas o rectangulares. Los coelernos eran agricultores, artesanos o mineros.
La muralla
Abajo se encuentra el Castromao actual, donde también apareció mucho material arqueológico. En medio, paseos ahora limpios sobre los que caminar recorriendo la muralla que fortificaba el castro, los barrios que se fueron habitando a lo largo de los siglos, alguno con una calle empedrada, visibles e identificables gracias al trabajo de una arqueología investigadora y conservadora. Los paneles explicativos ayudan a entender cómo funcionaba aquella sociedad primitiva que tan bien sabía elegir la ubicación de sus poblados. El otoño es una buena estación para subir a Castromao, porque la vegetación de frondosas se tiñe de los colores amarillos, marrón o verde que resaltan el conjunto arqueológico en comunión con la naturaleza. Y en un día de buen tiempo, las vistas son espléndidas desde sus 732 metros de altitud. Se divisa toda la comarca de Celanova, entre los ríos Arnoia y Limia: el cogollito medieval de Vilanova dos Infantes, parte de la villa de Celanova y otras aldeas salpicadas entre colinas verdes y bosques autóctonos.
Tesoros arqueológicos
Desde el año 2019, Castromao tiene la declaración de BIC (Ben de Interese Cultural) de Galicia. Pero desde mucho antes era considerado como uno de los castros importantes de Galicia, ya desde los años sesenta del siglo pasado, cuando las excavaciones arqueológicas permitieron encontrar materiales de gran valor como la Tábula de Castromao, que recogía el pacto de hospitalidad entre los coelernos y los romanos, o una figura zoomorfa de un simio y el llamado tesorillo con 64 monedas. Son piezas que se guardan en el Museo Arqueolóxico de Ourense. Los trabajos de excavación se llevaron a cabo desde la década de 1920 hasta el 2008. La mayor parte se centraron en la terraza inferior intramuros, que es la que mejor se conoce.
Lo que distingue a Castromao es la larga ocupación temporal. Hay evidencias de que estuvo habitado a lo largo de más de mil años. Así que un paseo por Castromao es un paseo por el tiempo, que permite conocer cómo vivían los antepasados desde la Edad de Bronce hasta la época del Imperio Romano.