Rahid Jaber Martínez: «Los empleados constituyen el 90 % del éxito del hotel Araguaney»

Se cumplen diez años de la alianza del Araguaney con la cadena hotelera Eurostars, si bien el céntrico hotel santiagués, que nació en 1985, es propiedad de la empresa Rahid S.A., cuyo presidente es Rahid Constantino Jaber Martínez (Caracas, 1976). Hablamos de un establecimiento de cinco estrellas que tiene 81 habitaciones —incluye varias suites— en un edificio de seis plantas.

—¿Están contentos con esta alianza?

—Hemos apostado por una marca gallega, ya que Eurostars es propiedad del empresario chantadino Amancio López Seijas. Estos diez años de colaboración acreditan nuestra satisfacción, pero esperamos que sea por mucho más tiempo, ya que también valoramos la estabilidad.

—¿En qué se fundamenta dicha satisfacción?

—La fortaleza de la marca Eurostars es su amplia red comercial de captación de todo tipo de clientes. Y Araguaney es un hotel clásico, consolidado, que se va actualizando con los tiempos. Es lo que valora la gente. Tenemos mucho huésped de empresa (corporativo), nacionales, extranjeros, familias, etc.

—Ahora están metidos en una buena reforma.

—Así es, y sin haber cerrado. Estamos renovando todo el sistema de calor y frío de arriba abajo. De hecho, ya están funcionando los equipos, aunque faltan algunas cosas. Han dejado de operar ocho motores de cuatro caballos que supondrá un ahorro mensual de varios miles de euros, mejorando la eficiencia energética de forma muy significativa.

—¿Y las habitaciones?

—También estamos reformando las habitaciones: maderas, baños, moquetas… Hemos hecho la mitad, porque ya habíamos empezado antes de la pandemia. Los clientes se asombran de su tamaño, 34 metros cuadrados de superficie media por habitación, una amplitud que no tienen muchos hoteles.

—Háblenos de la plantilla del hotel.

—Son una veintena de profesionales que gozan de una gran estabilidad y antigüedad en esta empresa. Casi todos empezaron siendo jóvenes y al mismo tiempo, así que se ha iniciado ya la ronda de jubilaciones; y me da pena, porque los empleados son el noventa por ciento del éxito del hotel Araguaney.

—La cafetería, el restaurante Caney y el párquin, abiertos al público de la calle, contribuyen también a su notable proyección ciudadana.

—Claro, porque la gente se encuentra con el personal de siempre, muy buena disposición, en una instalación acogedora y formando parte de un espacio hotelero de gran confort. Además, contamos con un chef, Pedro Roca, que es uno de los mejores. La filosofía de la casa es la extraordinaria hospitalidad.

—Parece que el verano ha ido muy bien.

—Así es, el verano fue bueno, con una ocupación alta, y hubo mucho trabajo. Y la tendencia es que el año próximo se mantenga este buen tono, a tenor de los congresos y eventos que se están programando.

—¿Con qué idea o estrategia afrontarán el futuro?

—En los próximos años vamos a tener que hacer esfuerzos, no podemos acomodarnos, porque hay demasiadas incertidumbres. La pandemia tuvo una consecuencia positiva, y es que no podemos confiarnos. Vivíamos en una inercia cómoda y conviene estar más alerta.

—Estos días se ha anunciado la construcción de nuevos hoteles en la ciudad…

—Tenemos un riesgo evidente de saturación de camas, de forma que cuando baje el mercado, bajarán también los precios.

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