Una exposición con 18 imágenes de la fotógrafa Inma Purriños recoge en el lucense O Vello Cárcere el proceso de una paciente oncológica
28 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Cinco minutos. Ese fue el tiempo que Rosana Roca e Inma Purriños tardaron en conectar y echar las primeras risas. Rosana, ante la cámara, con el torso al desnudo mostrando la cicatriz que le dejó una operación de cáncer de mama. Inma, tras el objetivo, retratando a lo largo de los meses cómo fue todo el proceso de recuperación. Dieciocho fotografías que reflejan los días buenos y los malos son el resultado de ese mano a mano entre las dos mujeres. Una exposición que se puede visitar en el centro lucense O Vello Cárcere hasta el mes de enero y que está apadrinada por Somos Unidos por el Cáncer.
«Esta exposición de retratos no deja de ser una manera de intentar normalizar una situación por la que pasan miles y miles de personas. Intentamos romper tabúes y mostrar el proceso del cáncer como algo que, lamentablemente, es natural y frecuente», explica la fotógrafa vilalbesa Inma Purriños. Ella fue la encargada de retratar a lo largo de los meses a Rosana Roca, una paciente oncológica que con su paso adelante quería desterrar tabúes y arrojar luz sobre un proceso que habitualmente se oculta tras muchos velos.
Somos Unidos por el Cáncer las reunió un día y desde el principio todo marchó rodado. «Rosana quería hacer algo y, como yo ya había hecho otras cosas con Míriam, lo hablamos. Al principio me planteaba si las dos seríamos capaces, pero Rosana fue súper valiente y se generó muy buena conexión», narra la fotógrafa.
En la primavera del 2021 comenzaron a tomar las instantáneas. Fotos de estudio en las que la única pretensión era mostrar la realidad y los altibajos que conlleva el proceso de curación. Cuando empezaron, Rosana ya había pasado por la operación y la quimioterapia, pero todavía tenía un reto importante por delante. «Comenzamos allá por marzo del 2021 y estuvimos hasta hace poco. Cada imagen es independiente y diferente. Unas son en blanco y negro, otras en color. Cada una tiene su propia vida porque lo que pretenden es transmitir las emociones que implica todo ese proceso. De ahí que cada foto tenga un título».
Amor, rabia, frustración, belleza... así, hasta 18 instantáneas capaces de condensar emociones muy potentes. Tanto como el «continuará» y la «rabia» que cierra la exposición.
Cuando toda la muestra estaba ya lista, al ir a someterse a la reconstrucción del pecho, a Rosana le detectaron otro tumor en el otro seno y hace unas semanas se sometió a la operación. Dando una vez más muestra de su valentía, al saber lo sucedido Rosana decidió dar continuidad a la recopilación de retratos.
«Me llamó y me contó lo sucedido y me dijo que estaba animada a seguir haciendo retratos de este segundo proceso si yo quería. Así que vamos a hacerlo. Tiene mucho mérito lo que Rosana hace, sin ningún tabú, con apoyo de su familia, está normalizando una situación que es difícil», explica Purriños.
El resultado de esas 18 imágenes es un relato honesto en el que conviven los momentos duros con los buenos, «pero en conjunto yo creo que hay un mensaje optimista». Esa es la realidad que cuelga de las paredes de O Vello Cárcere.