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Por A Pontenova, tras los pasos y la leyenda del «muiñeiro namorado»

José Francisco Alonso Quelle
J. ALONSO A PONTENOVA / LA VOZ

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La ruta, en plena Reserva de la Biosfera, se relaciona con la historia de un amor imposible por las convenciones sociales

28 nov 2022 . Actualizado a las 18:13 h.

¿Cuándo nace una leyenda? Probablemente, cuando el pueblo la hace suya. Y en A Pontenova tienen una, surgida al calor de una hermosa ruta de senderismo en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera, asequible, perfectamente señalizada y con elementos etnográficos de incuestionable interés. A ello únase un nombre tan sugerente como evocador: «A ruta do muiñeiro namorado», para explicar el éxito que está teniendo, del que mucha responsabilidad tiene -otra vez más- el área de Turismo del Concello pontenovés, con el apoyo de vecinos, asociaciones y empresas.

La ruta comienza en la confluencia del arroyo de O Cairo con el Eo, donde también sale otra ruta de referencia, la del ferrocarril. El trayecto discurre por 4,8 kilómetros y se recorre en poco más de dos horas, con un tramo opcional de 3,3 kilómetros, que se camina en hora y cuarto.

¿Y la leyenda? La ruta recrea la senda por la que un joven molinero y su enamorada vivieron su amor. Un amor furtivo, desgraciado, que chocó con las convenciones de la época y que acabó en drama. Ella, hija de un importante inversor de la Sociedad Minera de Vilaodriz, quedó prendada del joven al visitar las instalaciones que su padre había financiado. El flechazo fue mutuo. Pero el progenitor, al enterarse, se opuso a la relación y envió a su hija a Buenos Aires. El joven molinero se embarcó en Ribadeo como polizón hacia América. En este punto, la historia deja un final abierto: hay quien sostiene que el molinero falleció en el intento y otros que llegó a tierra e hizo fortuna, aunque no llegó a reencontrarse con su amada.

Molinos de agua, la mina de O Cairo, colmenares, árboles singulares y el pueblo de Figueirúa

La ruta discurre por un sendero paralelo al arroyo de O Cairo, salpicado de bandazos construidos para facilitar el riego de los prados que antes había por el lugar. Varios molinos se reparten por el trayecto, que llega a la aldea de Figueirúa y que incluye la posibilidad de ver la mina de O Cairo, una de las numerosas catas que la Sociedad Minera de Vilaodriz promovió buscando el mineral de hierro existente en la zona. Otros elementos de interés son pasarelas, colmenares y el paso elevado sobre el Rego do Cairo, así como árboles singulares que jalonan toda la ruta, en plena naturaleza, que retrotrae al senderista a tiempos no tan lejanos, pero que parecen remotos.