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Jacobo González se gana la vida haciendo figuras de arena: «Llevo siete años de playa en playa»

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

VEN A GALICIA

Estos días deleita con sus obras de arte a los visitantes de la playa pobrense de Os Areos

29 nov 2022 . Actualizado a las 11:22 h.

La playa de Os Areos, en el litoral de A Pobra do Caramiñal, ha sumado a su paseo marítimo, muy frecuentado tanto en verano como en invierno, un nuevo atractivo. Se trata de las llamativas figuras de arena a las que cada día le da forma Jacobo González. Este lugués se gana la vida haciendo este tipo de esculturas por diversos puntos del litoral gallego y portugués, buscando los aplausos del público y, si es posible, los donativos que le permitan seguir adelante.

Jacobo González tiene ahora 29 años y empezó en el oficio a los 22, durante una estancia en Lanzarote, isla a la que viajó en busca de trabajo: «Conocía a un chaval que hacía figuras y, como los dos éramos de la misma edad, nos empezamos a llevar bien. Un día me pidió ayuda y desde ese momento recorrí las playas con él, aprendiendo y ganándome la vida».

Anteriormente había trabajado en la construcción y la hostelería, pero cuando regresó a Galicia se decantó por tratar de hacerse un hueco con su faceta de artista y, de momento, lo está consiguiendo: «Llevo siete años de playa en playa». Buena parte de ese tiempo lo pasó recorriendo la costa de Portugal, donde tienen amigos, pero recientemente se trasladó a Galicia y la semana pasada recaló en Os Areos: «Vi la zona en internet y me gustó, porque la arena es buena para modelar y hay un muro con una altura adecuada, me protege del viento al tiempo que permite ver las obras desde los coches que pasan por la carretera».

Después de estar varios días haciendo figuras de tamaño mediano, entre ellas una simpática pareja de Minions, Jacobo González empezó este lunes a darle forma a una gran obra, un enorme castillo en cuya confección empleará un par de jornadas: «Trabajo unas cinco o seis horas al día, no puedo dedicarle todo el tiempo que me gustaría porque los días son cortos en esta época del año y tanto a primera hora de la mañana como a última de la tarde hace demasiado frío en la playa».

«Tengo una cajita para donativos, pero no pido nada»

Quiere aprovechar la pequeña tregua que parece haber dado la lluvia, un elemento al que no le tiene mucho miedo: «No suele estropear las figuras a corto plazo, porque yo trabajo mucho la arena y no me arriesgo con la verticalidad. Siempre tengo cuidado para no dejar grietas, porque sé que, con el paso de las horas, por ahí acabará rompiéndose la figura».

Aunque reconoce que siente predilección por los castillos, hace todo tipo de obras: «No soy un profesional, lo único que busco es agradar al público». Y asegura que se dirige a personas de todas las edades, con el único propósito de que sus trabajos les agraden y, si es así, le den una recompensa: «Tengo una cajita para que las personas que quieran dejen un donativo, pero no pido nada. A veces también me traen comida y otros productos. Hay quien incluso me da de más».

Pero lo cierto es que Jacobo González trabaja día y noche en cada una de sus obras, puesto que se instala cerca de ellas con una tienda de campaña para vigilarlas de cerca: «No puedo dejarlas solas por lo que pueda pasar. Son figuras hechas con mucho empeño y tengo que estar cuidándolas».

No le gusta planificar su futuro a largo plazo, pero reconoce que tiene en mente abandonar en breve el hogar temporal que ha encontrado en la playa pobrense de Os Areos. Es probable que a finales de esta misma semana recoja sus herramientas. No tiene decidido el destino, pero si consigue reunir el dinero suficiente es casi seguro que pondrá rumbo a Portugal: «Quiero descansar una temporada y estar con mis amigos».