Los vecinos de Vilaboa que apuestan tanto por la Navidad como Vigo: norias, trenes y muñecos artesanales
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Construyen adornos con palés y siguen tutoriales de YouTube. Su encendido será este jueves al anochecer
30 nov 2022 . Actualizado a las 19:24 h.Si hay una noria que acapara miradas estos días es la que se levanta en la Navidad de Vigo. Pero no es la única. Los vecinos de la carretera vieja de Vilaboa se han empeñado (y han conseguido) adornar los cien metros de calle casi como ha hecho Abel Caballero a pocos kilómetros. Ellos también tienen su noria, su tren con maquinista, árbol de Navidad, muñecos, carrozas con renos y hasta un columpio. Eso sí, todo está hecho a mano. El presupuesto no es millonario ni habrá tantas luces led como promocionan las grandes ciudades, pero tienen algo que puede más que todo eso: la unión. «Trabajar todos unidos es lo más bonito, no sabes cuánto nos reímos y lo bien que lo pasamos por las tarde», explica José Antonio Amoedo. Es uno de los vecinos de la calle, el único que a primera hora de la mañana está en la puerta de su casa ultimando unas reformas. Es un buen guía turístico de la Navidad. Pero pronto empiezan a asomarse el resto de vecinos que participan en la actividad.
Todos muestran orgullosos lo que han construido en los últimos tres meses y que ahora empieza a montar en la calle. «Desmontamos palés para construir la noria y el tren, los niños le dan una mano de pintura y los hombres hacen el trabajo de cortar. Todos los vecinos trabajamos de forma conjunta para poder hacerlo», dice Verónica Fernández, que también tiene a toda la familia metida en unos trabajos que cada año van a más. «Hasta tuvimos que traer un poste entre diez para poder montar el árbol», se ríe.
Los garajes son los talleres improvisados de estos vecinos con espíritu navideño casi todo el año. Este año se han metido de lleno con una noria de madera y metal. Los palés en rojo y verde bastaron para hacer los asientos y el mecanismo central, mientras una varilla circular sujeta todo el entramado en la puerta de una casa. En ella, dos Papa Noel descansan hasta el día del encendido. Porque aquí también se celebra eso. La fecha será este jueves a las 19.00 horas. «Y es posible que hasta haya una chocolatada para todos», comenta Amoedo, antes de seguir con las obras en su vivienda. Junto a la noria, hay un trineo tirado por renos de madera diseñados por los vecinos, pero también un tren de los colores navideños con los palés como materiales principales.
El columpio es una de las obras maestras del año, junto al árbol que se iluminará mañana y que tiene al menos cuatro o cinco metros de alto. «Con unos vídeos que fui viendo en los tutoriales de YouTube hice estos árboles para las fachadas», dice Carmela Bas. En todas las casas cuelga uno en su fachada, a junto guirnaldas y adornos hechos a mano.
Para que una calle se vuelque tanto en la Navidad tiene que haber buena sintonía, pero ¿tiene que gustarle a todos esas fiestas? Siempre hay alguien que juega el papel del Grinch, pero en la carretera vieja han conseguido meter en faena a quien tenía bajo el espíritu navideño. «A mí no me gusta la Navidad, antes me involucraba porque tenía niños pequeños y ahora por los vecinos», dice con una sonrisa Begoña Barbosa, que todas las tardes se une al taller improvisado de la carretera vieja de Vilaboa. Unos animan a otros.
La cabalgata de Reyes, hasta la puerta
Esa dedicación por hacer de diciembre unas fiestas diferentes ha hecho que el Concello de Vilaboa los felicite y este año lleve la cabalgata de Reyes hasta la puerta de sus casas. «Ahora nos ayudan para poder poner la luz porque hasta ahora enganchábamos la iluminación en nuestras casas», explican unas vecinas tan activas, que están consiguiendo que el resto de vecinos de la calle se impliquen en la celebración. La carretera vieja es una calle larga, pero solo es un tramo de unos cien metros que discurre paralelo a la N-550 la que se decora. «Es una zona que se presta para esto, este año será un poco más porque el resto de vecinos también pondrán algo», subraya Verónica Fernández.
Cada uno tiene su tarea asignada y busca los ratos libres para poder hacerla, pero la exigencia es divertirse y disfrutar. De no ser así, la decoración perdería la vida que le han dado estos vecinos de Vilaboa. «El año pasado venía mucha gente a hacerse fotos, al ver que estaba todo iluminado», reconocen orgullosos estos artistas de la Navidad.
No son los únicos que desafían a las grandes ciudades. Muy cerquita de aquí, la Asociación de vecinos Pozo Vello, de Soutomaior, también se han convertido en un punto de referencia en la comarca. Llenan la parroquia de adornos hechos a mano y han diseñado una ruta para no perderse nada y hasta cuentan con un columpio que se asoma sobre el valle junto a un árbol al que se puede acceder. Y es que la Navidad se vive más allá de los once millones de luces led de Vigo.