Gran afluencia en la XV edición, que continúa con 62 puestos
05 dic 2022 . Actualizado a las 14:31 h.«Aquí só falta quen non pode vir por algún motivo de causa maior». Así de rotundo se muestra el teniente de alcalde de A Pontenova, Francisco Martínez, sobre la cantidad de expositores que aglutina la Feira de Artesanía e Antigüidades, 62. Treinta Anticuarios y 32 artesanos de Francia, Portugal u otros rincones de España -País Vasco, Castilla y León, Cantabria, Aragón o Asturias- mostrarán su mercancía hasta el martes, aprovechando el puente festivo. Cientos de personas acudieron ayer a la localidad, en una concurrida segunda jornada.
La afluencia de público prueba que la Feira de Antigüidades -que cumple 15 ediciones- es un evento consolidado, que demuestra que los artículos antiguos, o «vintage», siguen de moda, de plena vigencia. El encuentro sirve también para promocionar una localidad que en los últimos años ha puesto mimbres para dar un salto como geodestino turístico.
«Onte (por el sábado) houbo moitísima xente e hoxe (por el domingo) penso que aínda máis. Este é un municipio no que se fan moitas actividades, da parte do Concello e tamén da man das asociacións», señala Martínez. «Para o goberno local supón un esforzo promocionala, pero dá resultado porque é distinta ás demais feiras e contribúe a identificar A Pontenova», añade.
Respecto a las ventas, el teniente de alcalde pontenovés valora que «penso que a xente está contenta, porque quen máis ou quen menos está vendendo cousas. Sempre hai quen pincha un pouco en función das expectativas, pero outros que as superan. Ter baixas neste evento é unha cousa totalmente atípica, a causa de enfermidades, xubilacións... A xente repite normalmente», argumenta.
En la feria, el visitante puede encontrar piezas antiguas únicas y diversas, entre ellas muebles o cerámica de la prestigiosa Sargadelos. También productos de artesanía, como navajas, artículos de cuero, lámparas de calabaza, bisutería, juguetes de madera o pintura al óleo.
Además, los artesanos explican sus oficios a los asistentes con demostraciones de forja de hierro, cestería de mimbre, torno de madera, hilado de fibras naturales, lámparas de calabaza o joyería, entre otras actividades.
Para completar el viaje en el tiempo que supone adentrarse en la carpa, la feria incluye además «unha mostra de traxe aldeán de festa das terras de Lugo, coa que os visitantes poderán rememorar tempos pasados», explica Martínez.
Tras el encuentro de vespas y motos clásicas, celebrado el sábado, ayer fue el turno de los coches antiguos, reuniendo la cuarta edición de la Xuntanza a unos 60 vehículos.
Los interesados en asistir a la feria pueden hacerlo este lunes de 11.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00 horas, y también el martes, en el mismo horario.