Patrocinado por

Estos son los nidos de amor de la Costa da Morte

m. rodríguez CARBALLO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Molinos, entornos religiosos, campos de fútbol, faros... Hay más de cien lugares apartados a los que la gente suele ir a intimar

04 dic 2022 . Actualizado a las 13:30 h.

Es sacar el tema y a todo el mundo se le escapa una sonrisa. Y es que el que más o el que menos, sabe o conoce los nidos de amor de la Costa da Morte, aquellos sitios del territorio que, a mayores de los usos particulares que tengan, muchos consideran ideales para dar rienda suelta a la pasión. Es una costumbre que ha pasado de generación en generación ante la ausencia de otros medios para poder mantener un encuentro íntimo. Aunque siempre hay excepciones de todo tipo.

Suele bastar con lanzar la pregunta de qué lugares de este tipo hay en cada municipio para que la mayoría de la gente destaque al unísono los mismos. Así, son por todos conocidos en este sentido el monte de San Adrián en Malpica, o la explanada de Razo, en Carballo, por citar algunos. De hecho, en este 2022 se cumplieron treinta años de la banda de encapuchados más temida en la historia de la comarca, que se dedicaba, precisamente, a asaltar a parejas que se daban caricias en el interior de los coches en zonas poco transitadas. Sucedió, por ejemplo, en las inmediaciones del campo de fútbol de Baio, otro picadero consolidado. Y no hace falta llegar a eso. Basta con recordar los mejores años de la movida en Ponteceso —los mejores, no otros que vivieron después— y el entorno de la playa de Balarés a reventar de turismos en cada rincón.

No obstante, ahora existe una web que los registra a través de las experiencias de los usuarios. En las comarcas de Bergantiños, Soneira, Fisterra y el Concello de Cerceda la cifra asciende a 85 espacios furtivos que, en realidad, sobrepasan los 100, si se añaden otros que no aparecen y que son de sobra frecuentados con esa intención. A través de mispicaderos.com, plataforma que abarca todo el país, uno accede a la ubicación exacta. Incluso puede conocer los detalles a través de imágenes y todo tipo de consejos. A veces resulta inevitable no echar a reír con los comentarios, de lo más originales. Los participantes dan fe en ellos de las características salvajes de la zona. Las xestas o los jabalíes son bastante protagonistas.

A mayores de los sitios más habituales como las cercanías a ciertos faros, playas, aparcamientos, descampados, áreas de descanso o puertos, hay otros que sorprenden más, si cabe. Es el caso de los molinos hidráulicos, los entornos religiosos de todo tipo, hasta cementerios, y los campos de fútbol. Respecto a estos últimos, el de Cances oficialmente está en desuso. Sin embargo, con la caída de la noche y la llegada de los fines de semana, parece que retoma la actividad, eso sí, de otro tipo. Lo mismo apunta a sucederle al de Rodeiro, en Coristanco. Los alrededores de otros que están a pleno rendimiento como el de San Andrés, en Zas; O Pinguel, en Ponteceso; A Pedra Queimada, en Malpica, o el de A Laracha, también son bastante usuales.

La Costa da Morte es una zona rica en molinos, con sus construcciones de piedra. También están bastante demandados, según votaron numeras personas en la plataforma digital, para estas prácticas los de Toba, en Cee, o los del área recreativa de Pedra Vixía, en Zas. En los entornos religiosos, la variedad es todavía más diversa y amplia: entorno de la capilla de los Milagros de Caión, los cementerios nuevos de A Laracha y A Silva, en Cerceda; la ermita de Santa Rosa y el cementerio de Laxe, el camposanto de Vimianzo, el santuario Virxe da Barca, en Muxía; capilla de San Pedro Mártir e iglesia de Brens en Cee...

Institutos y urbanizaciones

Hay quien incluso habla de saltar la verja en institutos como el Eduardo Pondal, en Ponteceso; el Terra de Soneira vimiancés o el Agra de Raíces ceense. Urbanizaciones abandonadas como la de Ríotorto, en Carballo, o la de A Atalaia, en Malpica, también son muy visitadas, al igual que algunos edificios de empresas dejados a su suerte en Ponteceso.

«Cruising» y basura

La zona de Baldaio es conocida por su atractivo natural. Tiene otro aspecto del que no se habla tanto, aunque no pasa desapercibido entre los carballeses. «Cruising». Así es como se conoce una práctica, originariamente de la comunidad LGTBI, que consiste en tener sexo en un lugar público solitario con un desconocido tras cruzarse las miradas. En las dunas, son varias las personas, sobre todo hombres, que toman el sol desnudos. Parece que la conexión, a veces, fluye. Eso traslada algún usuario de mispicaderos.com y, también, varios vecinos de la localidad.

Lo cierto es que estas costumbres, a parte de estar prohibidas en lugares públicos, dejan un rastro de basura palpable. El Bosque de Carballo o el paseo que está al lado del aparcamiento del Centro Comercial Bergantiños, el área recreativa de Gabenlle, en A Laracha, o el mirador de Lobeiras, en Camariñas, son solo algunos de los lugares en los que los restos de pañuelos o preservativos son evidentes. A veces llevan parejo otros de botellón o drogas.

Las vistas a la costa, con todo lo que ello implica (faros, acantilados, mar...), son de los aspectos más valorados en los nidos de amor de la comarca.