Así visitó Dominique Lapierre una Ribeira Sacra aún muy poco conocida
VEN A GALICIA
El recién fallecido escritor francés se interesó en 1994 por conocer el patrimonio histórico de Pantón
06 dic 2022 . Actualizado a las 18:34 h.En 1994, la Ribeira Sacra aún no gozaba de la fama y el tirón turístico que tiene hoy, pero eso no impidió que fuese uno de los lugares que Dominique Lapierre eligió para visitar en un viaje a Galicia realizado ese año. El recorrido duró un día —el 16 de mayo— y se centró en el municipio de Pantón y en su ruta del románico. La Voz publicó al día siguiente una información sobre la visita del célebre escritor, periodista y filántropo, fallecido el pasado domingo
Lapierre llegó a Pantón acompañado de su esposa, Dominique Conchon-Lapierre, y de un sobrino español, el escritor Juan Moro. Su guía fue la profesora Flora Enríquez, experta en el patrimonio local y coordinadora de la Xornadas da Rota do Románico de Pantón. Según recuerda, Dominique Lapierre se interesó por estas tierras gracias a una recomendación que se le hizo desde la Xunta, presidida entonces por Manuel Fraga. «Aquí xa levabamos varios anos organizando estas xornadas, ás que asistiu unha vez Fraga, que tiña moito trato co antigo alcalde José Manuel Ledo —explica—, e seguramente foi por iso que lle recomendaron visitar Pantón».
Convento de las Bernardas
En el curso de la visita, a Dominique Lapierre le impresionó especialmente el monasterio de las Bernardas de Ferreira. «Era un home moi interesado nas cuestións espirituais e chamoulle a atención que esta comunidade de monxas seguise existindo no mesmo lugar despois de moitos séculos», señala Enríquez. El escritor pidió asistir a los rezos de las monjas del convento. «Pedimos permiso á comunidade e, de forma excepcional, Lapierre os seus acompañantes puideron estar presentes cando as monxas cantaron pola tarde nunha celebración que non recordo moi ben se era de vésperas ou de completas», añade.
Paradas en el santuario de Augas Santas y en las iglesias románicas
El recorrido de Dominique Lapierre discurrió además por la parroquia de Pombeiro —en la ribera de Sil—, por algunas de las iglesias románicas del municipio y por el santuario de Augas Santas, donde aún no se había construido el actual hotel balneario. «Interesouse moito pola tradicións relacionadas con este santuario e quixo levar como recordo un pouco de auga do manancial», dice la profesora.
Durante su visita a Pantón, el escritor también se mostró impresionado por el paisaje de Galicia. «Es muy verde y montañosa. En comparación con el resto de España, esta tierra parece muy rica», declaró en la información publicada entonces por este diario. «Mentres andabamos en coche dun lado para outro non deixaba de admirar a paisaxe, dixo que lle gustaba moito o seu verdor e incluso pediu que parásemos un momento para contemplar unhas vacas que viu nun prado», apunta Flora Enríquez.
Al día siguiente, Dominique Lapierre se desplazó a Pontevedra para continuar su recorrido por Galicia. Poco tiempo después, Flora Enríquez recibió como obsequio un ejemplar dedicado del libro La ciudad de la alegría, una de las obras más conocidas de este escritor, que había sido llevada al cine dos años antes. «O libro viña cunha dedicatoria moi emotiva e cariñosa», dice la profesora. Aunque la visita de Lapierre fue muy breve, Enríquez piensa que el escritor «quedou moi impactado pola beleza da paisaxe, polo patrimonio cultural e pola espiritualidade da Ribeira Sacra».