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Ahora sí, la Navidad se enciende en Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

VEN A GALICIA

Santi M. Amil

Las casas más famosas por su decoración navideña ya están iluminadas en la carretera de Santa Mariña

13 dic 2022 . Actualizado a las 13:48 h.

No es la misma expectación que causa Abel Caballero con las luces de Vigo, pero lo que hace Maricarmen Iglesias con su casa en la carretera de Santa Mariña, en Ourense, tiene intrigados a muchos vecinos de la provincia semanas antes de que monte la decoración de Navidad. Lleva cuarenta años salpicando todo el exterior de su hogar —balcones, jardines, vallas, verjas, puertas y hasta la terraza exterior de su casa— con muñecos, adornos y bombillas de colores. Cada año un poco más, hasta llenar por completo todo su terreno. «Esta es la ilusión que me queda, estoy todo el año pensando cómo mejorarla y cogiendo ideas», afirma. Son muchos los que, o en coche o a pie, van hasta su casa para disfrutar de su decoración y hacerse fotos con ella. Este 2022 encendió la Navidad después que el Concello de Ourense, algo que no suele ser habitual porque lo normal es que Maricarmen se adelante a todos, incluido a Vigo. «Iluminamos sábado 3 por la noche porque fue cuando terminamos de poner todos los detalles. Este año añadí una ristra de luces estirada entre todos los balcones y también muchas más en la entrada», afirma. En todo el proceso de decoración la ayudó su nieta Alexia, de 8 años, a quien le ha contagiado completamente el espíritu navideño. «La vuelve loca. Y algo que me hace muy feliz es que está orgullosa de su abuela, siempre presume del alumbrado de nuestra casa y se lo cuenta a todo el mundo», dice, entusiasmada. Maricarmen también ha contagiado a los vecinos y cada vez son más los que decoran sus casas. «De eso sí que estoy orgullosa. El de enfrente está decorando por segunda vez consecutiva y no me lo puedo creer. Los de arriba tienen la casa preciosa, llena de luces y adornos. Siempre estoy encima de todos para que pongan algo y poco a poco lo voy consiguiendo. Me encanta», cuenta, con voz de pilla. Por eso el recorrido por la carretera de Santa Mariña es de lo más especial en esta época del año. En cuanto cae el sol, las casas empiezan a iluminarse y a demostrar la verdadera Navidad. Y eso sí, no cuesta tanto. «El año pasado pagué de luz 20 euros más que el mes anterior», afirma.

A pesar del robo

Y eso que algunos no comparten con Maricarmen y sus vecinos la ilusión y el amor, propios de estas fechas. El año pasado sin ir más lejos a esta ourensana le robaron dos adornos de su casa, un Papá Noel y una piruleta gigante. «Eran reciclados, hechos con trapos, espumas... Menuda joyita se llevaron y seguro que acabó en la basura, pero no entiendo cómo puede haber alguien que haga algo así. Yo hago esto para disfrutarlo con la gente que quiero y para que los demás también se empapen de alegría, no debería despertar sentimientos malos», afirma Maricarmen. Ese robo la ha llevado a quitar los adornos de la parte de fuera de su casa, en lugar de eso, ahora ahí pone solo luces. «Me da miedo que vuelvan a robar y me agríen las fiestas», admite. Lo que no falta es su clásico buzón, para que los niños depositen sus cartas a los Reyes Magos. Ella después se las hará llegar a Sus Majestades. 

¿Cómo ve esta Navidad? «Muy bonita e iluminada, siento que hay mucha euforia, pero también veo mucha necesidad y creo que es el momento de ayudar y de implicarnos más todos los unos con los otros», dice.

La familia López lleva treinta años iluminando la costiña de Canedo
La familia López lleva treinta años iluminando la costiña de Canedo MIGUEL VILLAR

La Navidad desde Suiza a Quintela de Canedo

Camilo López y su familia llevan la Navidad en la sangre. «Desde niño, siempre me gustó esta época del año, porque significa la unión de la familia y para mí eso es lo más importante», dice, mientras se le llenan los ojos de lágrimas al recordar a sus dos cuñados, que ya no están. Tanto le tiran estas fechas que Lola, la única hija que tiene con su mujer, Pilar López, nació el 29 de diciembre. Con su llegada, hace 41 años a Camilo le entró el gusanillo de decorar la casa por todo lo alto. «Primero era para hacerle gracia a nuestra niña. Luego la cosa fue creciendo hasta convertirse en un reto y en una tradición», explica. La suya es la que más brilla. Está situada subiendo a la derecha en la costiña de Canedo y hoy en día, aunque sean muchos los que se paran a sacarse fotos frente a la casa, quien más la disfruta es la nieta de Camilo y Pilar. La historia de las Navidades de este matrimonio parece tal cual sacada de una película propia de la fecha. Él es de Untes y ella de Quintela de Canedo. Cuando se casaron, se mudaron aquí, aunque Camilo decidió emigrar a Suiza a labrarse un futuro mejor. Regresaba algunas veces al año y nunca fallaba en su visita para Navidad. «Era como el turrón», dice su hija Lola. «Por eso también para nosotros es tan importante esta época», añade. El trabajo incansable en Suiza, le hizo conseguir el dinero para mantener a su familia, pero también casi le aparta de ella para siempre. Camilo ha sufrido ya varios achaques de salud, entre ellos un infarto y dos trombosis. Es por eso que decidió prejubilarse y volver definitivamente a casa en el 2017 y desde entonces su jardín está más cuidado y más decorado que nunca.

La Navidad a casa de los López llega en el puente de la Constitución y entre los adornos que lucen en su terraza hay muchos que son únicos, que vienen de Suiza. «Lo primero que me traje fueron dos palmeras chinas, que son el emblema de nuestro jardín. Ahora que son altísimas las lleno de luces. Tengo un reno luminoso, unas tiras con lágrimas de luces... todo vino de allá», comenta Camilo. A su casa no le falta ni un detalle.