Isabel Villamor ultima los detalles para abrir al público un belén de 15 metros que esta vez no tendrá río pero sí estanque con peces, fuentes, luz y sonido
09 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A Estrada ha vuelto a armar el belén. La estradense Isabel Villamor ha vuelto a robarle horas al sueño para montar en la iglesia parroquial de San Paio un nacimiento gigante que cada año atrae a más visitantes. Las cortinas todavía están corridas, pero el trabajo ya está muy avanzado. «Está casi todo montado, pero falta un anaquiño e todo o sistema de luz e son, que é moi complexo. Non me atrevo a dar unha data de apertura. Sempre se pode torcer algo. A miña idea é telo cara finais da semana que vén», explica Isabel.
La estradense lleva ya muchas horas de trabajo a sus espaldas. Este año, la época del montaje la ha pillado embarazada de casi seis meses, así que se han impuesto algunos cambios. «Teño moita barriga para andar tanto tempo de xeonllos, así que desta volta prescindimos do río», avanza. «Seguro que se vai botar de menos, pero temos outras novidades para compensar», anuncia.
Río no habrá, pero tampoco faltará agua en el belén estradense, que contará con un pequeño estanque con peces y con un lavadero y varias fuentes y cascadas en movimiento, algunas de ellas de nueva incorporación.
El belén mantendrá las dimensiones de la última vez, con unos 15 metros de largo y anchura distinta según la zona. El mesado alcanza en algunas zonas casi cinco metros mientras que en las más estrechas se queda en 2,30.
El nacimiento también incorpora este año nuevas figuras de plantas de pimientos, naranjos o limoneros, que se compaginan con plantas vivas, como helechos o pequeños pinos naturales. «Temos menos plantacións que outras veces porque requiren moito coidado e ademais poden mollar os taboleiros e estragar as figuras, que son moi delicadas. Agora ás plantas naturais deixámoslles un recipiente por debaixo para poder regalas sen estragar o resto», explica. El belén cuenta con decorados con piedra natural, corcho, serrín, viruta, cantos rodados, paja, cáscara de pino y todo tipo de restos vegetales que Isabel se encuentra en sus paseos por el monte.
«Fan dos bichos»
También este año habrá nuevas aportaciones de figuras de animales. «Eu son moi fan dos bichos», cuenta Isabel, que regenta junto a Roberto Ríos la granja Pico Fuciño. Cigüeñas, águilas, lechuzas, vacas o buitres forman parte de la nueva fauna del belén. «Nunca son suficientes», bromea Isabel.
Figuras móviles
Las figuras se compran con los fondos de la parroquia y son en su mayoría obras artesanales de barro de la firma Serrano, aunque de vez en cuando se entremezclan algunas piezas de resina u otros materiales.
El montaje lo asume desde hace años Isabel, que cuenta con la ayuda de su marido, de su familia, de su socio de granja y de su pandilla de amigos, que siempre acaban colaborando de una u otra forma. Este año el montaje arrancó sobre el 15 de noviembre y está a un paso de rematarse. Cuando esté completo contará con juegos de luces para representar el anochecer y el amanecer y con sonidos para incorporar el canto del gallo al abrir el día, música ambiental y textos leídos explicando las distintas escenas religiosas. Las múltiples figuras móviles trabajarán en sus oficios solo durante el día y las luces de las casas y los circuitos de agua estarán encendidos también por la noche.
Isabel está deseando que llegue la semana que viene para darle al botón del Play mientras reza para que todo funcione. «A min todo o espírito navideño acábaseme aquí. Na miña casa o ano pasado puxen un mini pino o 24 e recollino o 25», confiesa riendo.