El yacimiento, que fue estudiado en los años 70, estuvo oculto por la maleza durante mucho tiempo y salió de nuevo a luz tras los incendios forestales del pasado verano
11 dic 2022 . Actualizado a las 10:28 h.Los incendios del pasado verano pusieron al descubierto un singular elemento del patrimonio arqueológico del municipio de Folgoso do Courel que llevaba mucho tiempo oculto por maleza. Se trata del castro del Campo de Vilar, situado en las cercanías de la localidad del mismo nombre, que fue gravemente afectada por los fuegos forestales. En la actualidad, las ruinas del antiguo asentamiento —donde ya vuelve a crecer la vegetación— se divisan claramente desde la carretera que va del Alto do Boi a Vidallón y A Campa.
Pese a su abandono, el yacimiento está catalogado desde hace muchos años. Entre 1977 y 1978, un equipo de arqueólogos estudió e inventarió un total de veinticuatro castros repartidos por el territorio de O Courel. Uno de ellos fue el de Campo de Vilar. Los resultados de este proyecto de investigación se dieron a conocer en un libro publicado en 1980 por el Ministerio de Cultura. En esta obra aparece incluso un plano del castro.
Los autores del estudio señalaron que supieron de la existencia de este asentamiento gracias a los vecinos de Vilar, donde se halla otro castro de grandes dimensiones. El de Campo de Vilar «está situado mucho más abajo, junto al río Lor, a unos 400 metros al este de Vilar», según precisaron los arqueólogos. «Abundan en él los manantiales, por lo que se han parcelado varias leiras destinadas al cultivo de hortalizas», añadían. En el estudio se indicó también que la croa o recinto central del castro se conservaba «casi intacta hasta una altura de más de dos metros en algunos puntos».
Según explica el guía turístico Guillermo Díaz Aira, los vecinos de Vilar recuerdan la existencia del castro y también el hecho de que en esa zona se cultivaron huertas hace décadas. «O que pasa é que o lugar levaba moito tempo totalmente cuberto de maleza e era inaccesible», apunta. «Despois dos incendios deste ano xa se pode acceder de novo a ese sitio desde un camiño tradicional chamado dos Calangros», agrega.
Incendios de los años 70
Se da la circunstancia de que las investigaciones a de la década de 1970 se llevaron a cabo después de unos incendios de grandes dimensiones que pusieron al descubierto muchos castros que estaban entonces cubiertos por la vegetación, facilitando en gran medida el trabajo de los arqueólogos. En el estudio publicado en 1980 no se precisa si este también fue el caso del castro de Campo de Vilar. Pero al cabo de más de cuatro décadas, el fuego ha sacado de nuevo a la luz este asentamiento después de un prolongado olvido.
Asentamientos desbrozados por iniciativa del Concello y también por los incendios forestales
El castro de Vilar —mucho más conocido que el de Campo de Vilar— es uno de los yacimientos arqueológicos de O Courel que fueron afectados por los fuegos forestales de este año. Esto no había llegado a ocurrir en los incendios de la década de 1970, según explicó el arqueólogo Javier Sánchez-Palencia —uno de los investigadores que participaron en las campañas realizadas en aquella época— en una entrevista publicada en este diario en el 2019. El mismo asentamiento fue sometido a una operación de desbroce en 1992. En el verano del 2017 —por iniciativa del Ayuntamiento de Folgoso do Courel— fue objeto de otra intervención de este tipo, financiada por la Consellería de Cultura.
En el 2018 se desbrozó también el castro de Vilamor, que es otro de los que resultaron quemados este verano, junto con los de Vilar y Seceda. El fuego puso al descubierto algunos detalles del yacimiento que no se habían observado con anterioridad, como unas escaleras de piedra.
El gobierno municipal de Folgoso do Courel promovió los desbroces de los castros de Vilar y Vilamor con el fin de fomentar su aprovechamiento turístico y cultural. La alcaldesa Dolores Castro apunta que también se estudiarán posibles iniciativas para promover el castro de Campo de Vilar, aprovechando la circunstancia de que los últimos incendios forestales lo han dejado libre de vegetación silvestre.