José María Barreiro y Antón Pulido protagonizan en Vigo una exposición de homenaje al pintor José Otero Abeledo
04 ene 2023 . Actualizado a las 19:02 h.Hasta el 19 de febrero se podrá ver en la Fundación Laxeiro (Policarpo Sanz, 15-3º) el proyecto expositivo titulado Un poema para Laxeiro, de José María Barreiro y Antón Pulido. Es una actividad más enmarca en el Año Laxeiro organizado por la Real Academia Gallega de Bellas Artes.
El proyecto, comisariado por el crítico Xosé Antón Castro, se presenta como un poema plástico, en el que ambos artistas dialogan desde posiciones diferentes; uno desde la figuración y otro, desde la abstracción, confluyendo en la gestualidad y el colorismo que define el trabajo de ambos creadores.
José María Barreiro y Antón Pulido fueron durante muchos años amigos de Laxeiro y ambos son, en la actualidad, figuras importantes de su fundación. Con motivo del Año Laxeiro (que estará vigente hasta el 1 de abril de 2023), los dos artistas han querido homenajear al viejo maestro, mediante un diálogo plástico que ellos entienden como un poema visual instalado en la casa de Laxeiro, su fundación.
El proyecto integra la obra de dos consagrados artistas de lenguajes muy diferentes que, sin embargo, encuentran puntos de diálogo, tanto en el cromatismo, como en la gestualidad que define sus respectivas obras, dos elementos que funcionan como vínculo entre la obra figurativa de Barreiro y la obra abstracta de Pulido y que, como dice Antón Castro, «tienden un cordón estéticamente umbilical al doble Laxeiro ?el figurativo expresionista y el abstracto».
El resultado se concreta en una exposición que ocupa el espacio de exposiciones temporales de la Fundación Laxeiro, una suerte de instalación pictórica sin marcos, con parte de las obras dispuestas a modo de políptico, un recurso con el que se potencia la expansión del color y la luz, a partir del trazo gestual, característico de los dos artistas.
Un poema para Laxeiro propone una nueva lectura de la obra de Barreiro y Pulido que, sin duda, sorprenderá incluso a quienes conocen bien su trabajo, quizás no tanto por las obras que se Incluyen en la exposición, sino por el modo de mostrarlas.
En palabras de Xosé Antón Castro, Barreiro y Pulido, continuadores de la renovación del vanguardismo histórico y del postvanguardismo postmoderno de Laxeiro, son, en cierta medida, dos artistas que han ido evolucionando desde la estela que había marcado el renovador lalinense y a él dedican una exposición que han ideado como un poemario inscrito en un diálogo polifónico, tratado como el juego y la fiesta de la hermenéutica de Gadamer, sobre los muros de la arquitectura en la sala de su Fundación.
Los dos han concebido la pintura, desde sus inicios, como una secreción de vida que ponen de manifiesto en la hoguera cromática de sus creaciones, rindiendo culto al color por encima de todo, un color esencialmente cálido, previsto desde la dimensión lírica de su concepción como rito poético y como instante de la luz abrasadora que define una identidad marcada en el estilo de ambos.