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Pontevedra es la segunda provincia en empresas de Artesanía Alimentaria

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

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Miguel souto

Cuenta con once, tres de ellas en proceso de finalización de los trámites

19 dic 2022 . Actualizado a las 11:11 h.

La cerveza Toupiña, producida en Lalín, fue el primer producto de Galicia en recibir el marchamo Artesanía Alimentaria. En mayo el director de la Axencia Galega de Calidade Alimentaria, José Luis Cabarcos, hacía entrega a Carlos Brea, de Kalinka Lagazós, el sello que avala una elaboración artesanal. Era el primer producto que lo conseguía después de que la Xunta publicara el 10 de febrero en el Diario Oficial de Galicia el esperado decreto que regula la artesanía alimentaria.

Cabarcos explicou que «empezamos con varias normas técnicas e estamos vendo que as que están desenvolvidas nos están funcionando ben. Temos en total 38 empresas adheridas á artesanía alimentaria en Galicia. En concreto en Pontevedra son once, é a segunda provincia con máis. A primeira é Lugo con 15, a terceira é A Coruña con 9 e Ourense con 3 inscritos». De esas once, tres de ellas están en proceso. Una en tramitación y dos en subsanación, apunta.

A la cerveza lalinense se añade en la provincia los yogures y leches fermentadas de otra empresa lalinense: Kálekoi. En A Estrada está la sidra de Peroja; en Silleda los productos de Naturdeza que elabora María José Tallón. Una lista a la que se suma la cerveza de Adegas Menduiña de Cangas; los embutidos de Emilia Blanco Dosión, de Vila de Cruces; el queso, la leche y el yogurt de la cooperativa A Meixoeira de Moaña y los tés del Pazo Quinteiro da Cruz de Ribadumia que produce la empresa Tsubaki Diseño SRL.

El director de Agaca destaca los valores de la artesanía que son «mimo, coidado, compromiso co produto final e o que estamos vendo é que no sector alimentario se repiten ese calificativos». «Estamos facendo controis e algunha subsanación, que as que estamos atopando son sinxelas porque si que hai ese mimo e coidado ao produto e non atopamos por exemplo ningunha de tipo sanitario». Lo que se pretendía con el sello, añade, «era darlle unha cobertura de garantía ao produto porque teñen que cumprir unha serie de criterios de trazabilidade, algún seguimento en canto a materias primas e procesos autorizados e queríamos reforzar a confianza con criterios concretos; en segundo lugar o que pretendíamos era vincular os selos de calidade diferenciada que son autorizados por Europa vinculado ás nosas accións promocional». Cabarcos resalta lo que supone el sello de artesanía alimentaria ya no solo como aval de calidad sino también como plataforma y oportunidad alabando la innovación y el buen hacer en Galicia y un mimo que se refleja en la calidad del producto pero también en el envasado y empaquetado y en la historia que ese producto cuenta. Fuera, explica, «a credibilidade que ten Galicia e os seus produtos é asombrosa» y el aval del este sello la refuerza. Sirve también, apunta, para crear combinaciones exitosas y utilizar productos que de otra manera no se comercializarían. Pone el ejemplo de los «excedentes de pementos de Herbón que se usan para facer mermelada».