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Carballo mira al pasado en el nuevo Museo de Bergantiños

Santiago Garrido Rial
S. G. rial CARBALLO / LA VOZ

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La renovada exposición se inauguró ayer ante decenas de personas

23 dic 2022 . Actualizado a las 13:18 h.

Al entrar en el renovado Museo de Bergantiños de Carballo se escuchan de fondo sonidos de impresoras, pitidos de faxes que no acaban de llegar y el toqueteo incesante de máquinas de escribir. Estos elementos que forman parte de la arqueología de las oficinas son una de las partes fundamentales de esta sala carballesa, que después de veinte años de actividad (que a su vez había dejado atrás una larga etapa de olvido y antes había sido cárcel) ha aparcado su vertiente más etnográfica para mostrar a las nuevas generaciones, y sobre todo a los nuevos visitantes, elementos arqueológicos que tienen que ver con el sonido, el cálculo, las copiadoras e impresoras, las computadoras, las ya citadas máquinas de escribir e incluso con el cine, gracias a un proyector que perteneció en su día al Teatro Colón de A Coruña.

El renovado Museo de Bergantiños fue presentado ayer por la noche ante decenas de personas por el concejal responsable, promotor e impulsor de esta transformación, Xosé Regueira, junto a Luis Jaime Rodríguez Fernández, jefe de Patrimonio y Contratación de la Deputación, y al alcalde, Evencio Ferrero.

Regueira explicó que esta colección se debe en buena medida a Luis Jaime, que durante años logró almacenar, etiquetar y conservar innumerables elementos que han formado parte de la vida administrativa durante varias generaciones y que ahora pueden conocer quienes nunca han oído de ellas en plena era digital o recordarlas quienes las usaron durante años. Pero será también, añadió, un museo vivo, porque se podrán sumar y renovar piezas y, sobre todo, porque en los próximos meses está previsto habilitar una gran sala de realidad virtual con exposiciones itinerantes que anoche acogió un pequeño pícnic.

Luis Jaime agradeció a Xosé Regueira su iniciativa y destacó que es admirable que se emocionase al ver todos estos bienes y quisiese recuperarlos, unos bienes que tienen, dijo, gran valor sentimental, pero también técnico: calculadoras que llegaron de Suecia o lectores de microfilm por los que pasaron innumerables documentos oficiales. Alabó, además, la gestión de Regueira: «Hace mucho por el turismo de la provincia, como nunca lo había visto».

El alcalde también tiró de memoria —la suya, durante veinte años como secretario del colegio Xosé Pichel de Coristanco— y dijo que prácticamente hasta principios del siglo actual tenía que redactar todas las actas manualmente, ya que solo se admitía la forma manuscrita hasta que por fin se admitieron a máquina. Habló Ferrero, asimismo, de una que él mismo tuvo en su propia casa con la que en el centro de enseñanza Leus, en 1972, cursando COU, él y otros compañeros redactaron la tabla reivindicativa que los llevó a realizar una huelga. «É moi importante preservar os valores, e tamén os materiais», apuntó el mandatario.