Llueve en el nacimiento cuya construcción comenzaron dos vecinas
24 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.La iglesia parroquial de Anceis, en Cambre, luce un belén que pretenden que se convierta en una atracción turística. Ha ido creciendo en estos 27 años, con cambios para ir mejorándolo y renovando. «O belén comezámolo María Eugenia Gestal Arcay e eu, e agora colabora a súa irmá Julia», explica Marisa Martelo Villa, una vecina de Anceis de 67 años, que es la alma mater de un nacimiento en el que colaboran otros vecinos. Las iniciadoras de esta tradición sufragaron las figuras, que pintaron a mano, y la obra fue creciendo hasta alcanzar los 15 metros que tiene ahora, aunque la pretensión es que continúe ampliándose.
El belén está instalado en el recinto del antiguo templo, en un ala de la iglesia actual. Solo la colocación ha llevado un mes, aunque reconoce que lo van haciendo a ratos. Marisa Martelo se muestra orgullosa de un nacimiento que tiene actualmente 43 figuras humanas y un molino de viento que mueve las aspas, pese a que no se note ni una brisa. Aunque lo más singular es el río y la lluvia de una gran nube situada sobre el ala izquierda. «A ver se se pon a chover», indica tras encender la instalación y antes de que la lluvia descargue sobre un poblado lleno de viviendas. Marisa reconoce que lo más complicado de la obra fue la instalación de los suministros, «a auga e a luz», de este pequeño pueblo en miniatura.
Este belén se puede visitar los domingos por la tarde de 16.30 a 19.00 horas y en horario de misa por la mañana. Lo mantienen hasta el 22 de enero, «para dar marxe á xente para vir velo, porque nestas datas hai moita que marcha ou anda ocupada», explica. Marisa es una entusiasta de los belenes. «Eu fíxome noutros e vou mirando que incluír, pero isto tamén custa», reconoce sobre las limitaciones. Sin embargo, se marca como reto próximo modificar el curso del río para que sea más visible.