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Camilo Nogueira, el Fidias de Lavadores

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

La obra pública del escultor está repartida por numerosos puntos de la ciudad

24 dic 2022 . Actualizado a las 12:17 h.

La obra escultórica de Camilo Nogueira Martínez es muy conocida y apreciada por los vigueses, aunque muchos no conozcan el nombre del autor. El artista de O Calvario nació en 1904 y falleció en 1982. Hace casi veinte años, el Museo Municipal Quiñones de León acogía una exposición en torno a su obra. Distinguía entonces su hijo, Camilo Nogueira Román, que el escultor había vivido dos períodos creativos. «O período anterior á guerra, caracterizado polo traballo en madeira e que a min paréceme extraordinario. A considero unha escultura crítica con exemplos como o monumento aos mártires de Sobredo, de 1932. Despois, como todos, sufriu o trauma da guerra e a súa escultura é máis por encargo», señalaba el político.

Esa ligazón con la madera le vino transmitida a través de la tradición familiar relacionada con la carpintería y la ebanistería. Tres piezas de madera realizadas por Nogueira a comienzo de los años cuarenta pertenecen a la colección del Museo Municipal Quiñones de León, con Naturaleza como filigrana cumbre del dominio en la talla de madera, aunque la preferida de su hijo es la titulada Mundo.

Durante el discurso de inauguración de aquella exposición vivida en Castrelos en el 2003, el hijo del escultor situaba los orígenes artísticos de su padre en el entorno del artesanado, pero un artesanado ilustrado. «Si, cando el era un rapaz, formaba parte de un tipo de artesáns ilustrados, que había nas cidades galegas. Eran artesáns e o mesmo tempo tiñan unha preocupación cultural grande, incluso notábase na forma de vestir. El foi encargado dun obradoiro do seu tío Modesto Martínez Silva, que foi concelleiro a principios do século pasado, e como ebanista fixo móbeis moi valiosos que están espallados por casas de Vigo», explicaba entonces Nogueira Román. En la Escola de Artes e Oficios completó sus conocimientos, misma centro en el que fue profesor años después.

Su tío Modesto delegó en Camilo Nogueira, cuando solo tenía 18 años, la realización de la mayor parte del artesonado de madera del castillo de Monterreal, actual parador de Baiona, que por entonces estaba en proceso de reparación. Poco después fue becado por la Diputación de Pontevedra y pudo ampliar sus estudios en Madrid, donde trabajó en el Museo de Reproducciones Artísticas.

Tras la guerra, Nogueira Martínez realizó las tres piezas en madera que fueron adquiridas por el Concello de Vigo, y, en 1943, unos relieves para muebles de una gran sensibilidad y destreza. En ellos recogía una escena del asalto vigués a la puerta de Gamboa y otra escena con el Cristo de la Victoria como protagonista. También de esa época es un busto realizado a su amigo Gómez Román.

Pero, será en los años cuarenta también cuando este escultor de metro y noventa centímetros de alto comience a centrarse en los encargos municipales, campo en donde más lo conocemos los vigueses. Para los jardines de la Alameda, a finales de los años 40 y comienzos de los 50, realizó una serie de grupo, como Alborada; Tortuga; Caracol; El cisne; y Niños debajo de un paraguas. Esta última ha cambiado ahora de ubicación y se sitúa cerca de Citroën. Los críticos de arte señalan que estos niños protagonistas de sus obras están influenciados con los angelotes de los cuadros del pintor Laxeiro, que fue amigo del escultor.

No dejó de lado la madera aquellos años. De hecho, en 1950 protagonizó una exposición en Foto Club de Vigo que obtuvo un gran éxito. En ella, mostró varias esculturas de madera que fueron muy aplaudidas por la crítica artística del momento.

En marzo de 1966, el alcalde Rafael Portanet inauguraba la remodelación de la Alameda, en la que se incluían las esculturas conocidas como El forjador; El marinero y su familia esperándole y Fartura, entre otras, todas ellas firmadas por el Fidias de Lavadores, como le llamó un periodista en los años cincuenta.

Alegoría del desarrollo de Vigo

Camilo Nogueira también recibió encargos para embellecer el monte de O Castro, que desde 1964 ya presentaba como municipal su fortaleza. Entre esos trabajos destacará la pieza titulada Marineros portando el escudo de Vigo, realizada en 1969 y que actualmente preside el estanque situado en el interior del castillo de O Castro. Es una alegoría del esfuerzo popular en al crecimiento de la ciudad.

Además de estas obras concentradas en dos puntos concretos de la ciudad, Camilo Nogueira Martínez también fue el autor de esculturas incluidas en edificios, como los relieves que embellecen la fachada de la Estación Marítima o del edificio conocido como Seguros Aurora.

Asimismo, realizó también el monumento a Juan XXIII, situado en la calle Torrecedeira; el conjunto escultórico de Don Bosco, en la calle del mismo nombre; una maternidad situada en Bouzas; la Virgen del Carmen que se encuentra en las instalaciones de la antigua ETEA; y el monumento al emigrante, su última obra pública en Vigo, inaugurada en julio de 1971 en Coia.

Años antes, en una entrevista concedida a El Pueblo Gallego, se quejaba Camilo Nogueira de que el desarrollo de la ciudad estaba rompiendo la armonía existente hasta entonces con la arquitectura de artistas como Jenaro de la Fuente Domínguez y Michel Pacewicz. También se reconocía admirador de la trayectoria profesional de los escultores gallegos Francisco Asorey y Bonome.