La carballeira estaba encharcada después de varios días lloviendo
25 dic 2022 . Actualizado a las 20:06 h.En sus 35 años de historia, el belén viviente de Dacón ha pasado de todo. Hasta una pandemia, que obligó a suspender la edición del 2020. En las Navidades pasadas sí hubo representación, aunque fue con mascarilla. Y para este 25 de diciembre estaba prevista la vuelta. Había ganas. Entre los que actúan, que pasaron de 70 a 102 —entre ellos el alcalde de Maside, José M. Iglesias, que se estrenaba en Dacón— en apenas doce meses; y también entre el público, que llenó la iglesia y el atrio. Porque el belén no pudo celebrarse en su ubicación tradicional, en la carballeira, sino que se llevó al interior del templo.
A las doce de la mañana no llovía, pero había caído mucha agua en los días anteriores (y con especial fuerza el sábado), así que el campo estaba encharcado y los vecinos de Dacón —que son los organizadores de la cita— optaron por la prudencia para evitar inoportunos resbalones. Era la segunda vez que pasaba en los 35 años de historia, la anterior vez fue en el 2000. Más de dos décadas después la representación era a cubierto.
El cambio de escenario no modificó el guion y se representaron todas las escenas. Eso sí, algunas sorpresas preparadas para la ocasión están guardadas para el 2023. «Estamos moi contentos porque todo saiu ben, pero a alegría sería facelo abaixo. Esperamos que o ano que vén se poida facer de novo na carballeira», resumía Rodolfo González, uno de los organizadores.