El hotel, de cinco estrellas, será «de referencia internacional», dice Baltar
09 may 2023 . Actualizado a las 20:22 h.Aunque Ourense es, tras Budapest, la segunda ciudad europea con más caudal de agua termal, en la actualidad no existe ningún balneario con plazas hoteleras. Varios proyectos en esa línea han fracasado en las últimas décadas y la Diputación ha decidido dar un paso al frente ofreciendo su propia sede central, en la calle Progreso de la capital ourensana. Allí se pretende poner en marcha un gran hotel balneario de hasta setenta habitaciones.
El proyecto está en marcha y lo primero que hizo el gobierno de la institución para convertir la idea en una realidad fue encargar mediciones y análisis mensuales del agua que brota bajo el Pazo Provincial. Según los últimos datos facilitados, esta presenta unas condiciones «moi homoxéneas, correspondentes a augas termais, cunha temperatura que alcanza ata 41,8 graos, con ausencia total de contaminación, de orixe profunda e cun tempo de permanencia no subsolo de entre 25.000 y 30.000 anos».
Lo que importa es que, con un caudal de tres litros por segundo, efectivamente, esa agua puede dedicarse a usos balnearios. En cualquier caso, para solicitar su declaración como mineromedicinal y termal es necesario continuar con recogiendo muestras mensuales durante un año completo, un proceso que culminará a principios del 2023. Cuando la Consellería de Industria dé su visto bueno, se iniciará el expediente para el aprovechamiento del manantial.
Paralelamente, la Diputación trabaja en el diseño del futuro establecimiento del Pazo Provincial. El anteproyecto elaborado para ello por el experto en termalismo Mario Crecente prevé entre 52 y 71 habitaciones y las instalaciones balnearias tendrían capacidad para más de un centenar de bañistas de forma simultánea. Habría una gran piscina termal de inspiración romana en uno de los patios interiores del inmueble y en el otro, un espacio más versátil que serviría para organizar eventos y para ser utilizado como terraza del bar y restaurante con el que contarán las instalaciones.
Los planes del gobierno provincial pasan por trasladar la actividad de la Diputación a una ubicación provisional a lo largo del año 2023 para así dejar sitio a las obras. El objetivo final es que el Pazo Provincial —un edificio construido a finales del siglo XIX y declarado Bien de Interés Cultural— funcione ya como un gran hotel balneario de cinco estrellas a partir del año 2027.
En el congreso mundial
El presidente de la Diputación ourensana, José Manuel Baltar, asegura que el futuro establecimiento será «unha infraestrutura termal de referencia a nivel internacional». Así ha sido reconocido, según remarca, con motivo del reciente congreso celebrado en Ourense con el apoyo de la Organización Mundial de Turismo. Baltar —que también es presidente de la EHTTA, la asociación de ciudades históricas termales de Europa— presentó el proyecto aprovechando ese evento.
«O 2022 foi o ano do termalismo en Ourense e vai ser así todos os anos porque é a nosa aposta fundamental, un eixo estratéxico que nos diferenza de todos os territorios», proclama el titular de la institución provincial, que asegura que este ámbito tendrá especial protagonismo en los presupuestos de la Diputación para el año 2023 y en su «plan de mandato» hasta el 2027.
Según dice, Ourense es un territorio que «coa chegada da alta velocidade pode presumir dun recurso endóxeno que non ten ningún outro, máxime despois da pandemia, onde a saúde revelouse como un ben xurídico fundamental e no que os efectos reparadores das augas mineiromedicinais van ser vitais». Esta apuesta ya está dando resultados, con datos históricos de número de visitantes y de pernoctaciones en el año que ahora termina, según destaca Baltar.
La reapertura del establecimiento de Berán o los «ecobarcos», proyectos de futuro
El potencial turístico de la riqueza termal que esconde el subsuelo de la provincia de Ourense ha sido reconocido con la selección de un proyecto diseñado por la Diputación para recibir financiación europea. El plan de sostenibilidad «Ourense termal», en el que participan también la Xunta y el Estado, prevé una inversión de tres millones de euros en diversas actuaciones.
En ese marco, la institución acaba de adquirir dos «ecobarcos» que servirán para complementar la oferta de los balnearios y hoteles de la provincia con rutas en varios embalses. También se prevé la creación de una red de senderos termales, la construcción de un parque lúdico-pedagógico al estilo del que existe en Vila Nova de Cerveira (Portugal), el desarrollo de productos cosméticos basados en agua termal o la investigación de los efectos positivos del termalismo en la salud.
Apertura inminente en Berán
Una de las grandes inversiones previstas en el plan de sostenibilidad turística «Ourense Termal» es la finalización de las obras del que será el octavo balneario de la provincia, el de Berán. Según las previsiones del gobierno, los trabajos comenzarán después de las fiestas navideñas con una inversión de cerca de 400.000 euros. Con ese dinero se adecuarán las instalaciones a las necesidades del termalismo actual tras quince años sin estar en funcionamiento. Los planes de la Diputación pasan por reabrir el balneario en la primavera del próximo año 2023. José Manuel Baltar destacó este proyecto como uno de los de mayor trascendencia para el futuro inmediato.
Más de 19.000 usuarios en el programa provincial de termalismo social
Aunque todavía no haya ninguno en la capital, la provincia de Ourense cuenta con siete balnearios y todos ellos cuentan con el respaldo de la Diputación a través de diversas medidas. Una de las más consolidadas es el programa de termalismo social, que facilita tratamientos y estancias subvencionadas en esos establecimientos.
Este plan cumple diez años en el 2023 y el gobierno provincial hace un balance muy positivo. A lo largo de esta década, el programa ha aportado más de 75.000 pernoctaciones y 200.000 tratamientos termales a los balnearios de la provincia, facilitando así el mantenimiento y la creación de empleo en esos negocios. Además, el ejecutivo destaca que dos tercios de los 19.000 beneficiarios de las subvenciones concedidas en este tiempo procedían de fuera de Ourense, «lo que demuestra la alta aceptación del programa».
El plan arrancó en el año 2013 con los cinco establecimientos que entonces estaban abiertos (Laias, Arnoia, Baños de Molgas, Lobios y O Carballiño) y más tarde se sumaron los de Partovia y Cortegada. Para hacerse una idea de la evolución de este programa, en su primer año se beneficiaron de él 444 personas y en el 2019, el último ejercicio prepandémico, fueron 4.041. A lo largo de esta década, el 74 % de los participantes aprovechó la modalidad de estancias de seis días, un 11 % eligió la de fin de semana y otro 15 % disfrutó de programas terapéuticos. Como resultado de todo ello, los balnearios de la provincia han obtenido en estos diez años una facturación directa superior a los cinco millones de euros. Según el presidente de la Diputación, este programa «superou todas as expectativas».
Digitalización y promociones
Además de con el programa de termalismo social, la Diputación apoya a los balnearios de la provincia con otros proyectos. Así, recientemente se ha puesto en marcha uno para crear una plataforma desde la que reservar las estancias en esos establecimientos. Además, la institución provincial lanzó una campaña promocional que distribuyó mil bonos para disfrutar de tratamientos termales a un euro.