Semana Santa | Los diez lugares (y algún extra) imprescindibles para un viaje a esta comarca
02 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Mostra do Encaixe, la Semana Santa de Fisterra, la Festa marisqueira de Ponteceso o la Festa do congro de Muxía son algunos de los planes más destacados para aprovechar esta semana en la Costa da Morte, pero a quien le apetezca hacer turismo y descubrir —o redescubrir— los rincones con más encanto de la zona, le interesará esta lista con los diez lugares que más molan de la comarca ( y algún extra más).
Ha de empezarse por el final, por ese fin del mundo que a tantas generaciones lleva encandilando: Fisterra. Obligada es la visita al cabo, a la lonja turística o a sus salvajes playas, pero si uno se encuentra en la localidad el domingo 9 es recomendable pasarse por la recreación de la Resurrección: es de Interese Turístico. Unos kilómetros al sur está la fervenza de O Ézaro: no necesita presentación.
En una visita a la Costa da Morte hay al menos otros dos cabos que no deben dejarse atrás: la punta da Barca, en Muxía, en donde también se pueden visitar las caldeiras do río Castro o la apacible playa de Os Muíños, y el imponente Cabo Vilán, con el primer faro que tuvo luz eléctrica de toda España y que es guardián de un municipio, Camariñas, que estos días estará celebrando su artesanía más internacional, el encaje.
Sin salir de la comarca de Soneira uno puede incluso viajar en el tiempo. Sí, cientos de miles de años atrás. Hay que subir a los penedos de Pasarela e Traba para entender por qué está considerada una joya geológica.
Pero si por el contrario se prefieren entornos fluviales, puede ser interesante aprovechar el buen tiempo y hacer un pícnic en el refugio de Verdes, en Coristanco, o estirar las piernas y maravillarse con las cascadas y saltos en la Ruta da Auga de Zas, con cada vez más adeptos. El Camiño dos Faros, el itinerario xacobeo, la Vía Céltica o la Vía Mariana son otros caminos que también permiten conocer la comarca andándola.
Si todavía queda algo de tiempo en este viaje a la Costa da Morte uno debe subir al mirador de Os Picotiños, en Cabana, sentarse en su coqueto banco de madera y admirar el Monte Branco, la duna rampante más alta de Europa. Desde allí también se ve Balarés y el esteiro do Anllóns, una zona con un rico ecosistema.
Y el viaje finaliza en el extremo opuesto a donde empezó: el litoral de Bergantiños. Razo, Baldaio, Caión, Santo Hadrián o Punta Nariga son imprescindibles.