Las bodegas Gullufre, Regina Viarum, Val da Lenda y Don Bernardino se repartieron los seis premios de la cata
03 abr 2023 . Actualizado a las 10:18 h.La leyenda que sitúa los vinos de Amandi en la mesa de los césares todavía tiene su predicamento. Y eso a pesar de que el carbono 14 lleva por otros derroteros el origen de la viticultura en la Ribeira Sacra. Pero los tintos de esas laderas del Sil siempre tiran, con romanos o sin ellos. Si alguien lo duda, que se acerque a Sober el Domingo de Ramos, día grande de la feria declarada de interés turístico que rinde homenaje al fruto de esos viñedos de vértigo. «Se daquela viaxaban a Roma supoño que non serían viños do ano, porque non chegaban nel», ironizó el humorista y actor Xosé Antonio Touriñán, pregonero en la edición de este año.
Touriñán aliñó vino y humor desde un palco de autoridades — repleto como cabía esperar en año electoral— tras un emotivo minuto de silencio por las víctimas del accidente de tráfico de Xove. En cuanto a los cargos institucionales, el pregonero prefirió no citarlos a todos. Acabó antes enumerando una por una —y son unas cuantas— las parroquias de Sober para ganarse a la concurrencia.
Respecto al vino, el pregonero tenía esa misma tarde una actuación en O Grove y lamentó no haber podido profundizar algo más en las virtudes de esta añada. «Non vou ter tempo para probalos todos —dijo en una entrevista previa—, pero comprométome a facelo no que queda de ano».
Son muchos los vinos que ofrece la feria de Amandi. No solo por el número de bodegas participantes, que eran 23 en la edición de este año. La mayor parte de los productores que se dieron cita en la carpa instalada a tal efecto en Sober diversificaron su oferta más allá de esos tintos del año que habrían llegado añejos a Roma. Hay tintos con o sin barrica, blancos y también rosados. Por cierto, la novedad siempre tira y, debido a su escasa producción, hay bodegueros que llevan a la feria un cupo de vino rosado para no agotar existencias.
Blancos, tintos y rosados
Los premios de la 43 Feira do Viño de Amandi se hacen eco de esa diversidad de elaboraciones. El jurado de cata eligió el mejor blanco, el mejor rosado y el mejor vino en barrica, distinciones que recayeron, respectivamente, en Don Bernardino Godello, Regina Viarum y Don Bernardino Cuarta Generación. En la categoría de tintos de la cosecha del 2021, el fuerte de la feria, se concedieron tres primeros premios. Fueron para los mencías Gullufre Don Xoán, Regina Viarum y Val da Lenda.
En tiempos, explican en la bodega Cruceiro, las bodegas de Sober despachaban el Domingo de Ramos prácticamente la cosecha del año. Alguno incluso desatendía intencionadamente el puesto en la tarde del sábado, cuando se inauguraba la feria, para tener vino suficiente al día siguiente. La enología era otra, el vino viajaba mal y fuera de Sober no era fácil comprarlo. Ahora la feria se abre el viernes, la elaboración ha cambió radicalmente y se pueden encontrar vinos de Amandi en la carta de restaurantes de lujo de Shanghái. No hay tanto trasiego de venta de cajas de en la feria, la filosofía es muy distinta.
Hay que dejarse ver
En palabras del alcalde de Sober, Luis Fernández Guitián, la feria «do mellor viño do mundo» es una invitación para visitar las bodegas, los restaurantes y los numerosos lugares de interés del municipio «tamén durante o resto do ano». «Hoxe as canles de distribución son outras. Na feira hai que deixarse ver, facer marca nun momento no que o turismo despunta en Sober e en toda a Ribeira Sacra», asevera Pedro Rodríguez, de Adega Guímaro, la bodega que tiene sus vinos en restaurantes de Shanghái.
En número de bodegas, Sober lidera las estadísticas de la denominación de origen Ribeira Sacra. Entre ellas están desde pequeñas empresas familiares donde el vino es un ingreso más a la firma de mayor volumen de producción de las inscritas en el consejo regulador. Si hablamos de superficie vitícola, hay otras con menos condicionantes orográficos con bastantes más hectáreas viñedo a la que algunos productores de Amandi acuden de un tiempo a esta parte para adquirir uvas e incluso viñedos.
Es el caso de Quiroga, el ayuntamiento invitado en la edición de este año de la Feira do Viño de Amandi, que estuvo representado por su alcalde, Julio Álvarez. En esa localidad será, el próximo fin de semana, la siguiente cita del calendario vinícola de la Ribeira Sacra. Quizá por ser concello agasajado, Quiroga se libró de la retranca que exhibió el pregonero y que hizo reír de buena gana al público presente.
«Xa vedes que veño a facer amigos», bromeó Xosé Antonio Touriñán al poco de empezar. En su intervención declaró por un día la capitalidad de la comarca en Sober, que equiparó futbolísticamente con Manchester por la rivalidad existente entre los dos equipos locales, el Río Sil y el que lleva el nombre de la capitalidad del municipio. «Hoxe os de Monforte son aquí os da aldea», proclamó por otra parte Touriñán, al tiempo que reivindicaba que «a feira do viño boa é esta, e non a de Chantada». El envite queda ahí.