Hugo Martínez, expatrón de pesca de Cangas reconvertido en ganadero, gestiona Os Bravos en Tomiño. Ha iniciado la venta «online» de la carne de alta calidad que producen sus reses
14 abr 2023 . Actualizado a las 22:44 h.El imparable ascenso de los precios de casi todo ha abocado al ganadero de O Morrazo Hugo Martínez a agudizar el ingenio y buscar vías de salida para la carne de alta calidad que produce su pequeña granja familiar. Buena parte de su clientela habitual ha tenido que renunciar a ella debido al incremento de unos costes que el criador se ve obligado a derivar en parte al comprador para no salir perdiendo dinero. «Había mucha gente que se lo podía permitir, pero de un tiempo a esta parte notamos un gran bajón. Además, al parar de recriar, porque ya llegamos a tener un tamaño adecuado con 25 vacas, vamos a generar el doble de producción, por eso nos pareció que poner en marcha una web para la venta online podía ser una solución», razona.
Os Bravos, en Tomiño, es la ganadería artesana especializada en ternera rubia gallega, y también en oveja gallega y gallina de Mos, que dirige este exmarinero nacido en Cangas y reconvertido en granjero. «Mis abuelos tenían vacas, pero yo antes de llegar aquí di unas cuantas vueltas al mundo como patrón de pesca hasta que tuve que retirarme por diversos problemas», cuenta el profesional, que buscó una salida en tierra y se reinventó con 32 años. Su primera explotación la tuvo en el monte O Galiñeiro, en O Val Miñor, pero la perdió en el 2017 arrasada por los incendios. «Las dos profesiones son bonitas», asegura. Titulado como capitán de pesca, tuvo la suerte de estar navegando desde Polo Norte al Polo Sur: «De las islas Sándwich a las Spielberg. Di varias veces la vuelta al globo, y aunque tengo 45 años me siento mayor porque viví muchas cosas», afirma el ganadero, que reconoce que al principio lo pasó mal. «Pero me adapté bien. Antes de tener mis vacas me formé durante dos años en Lugo, Lalín y Asturias y sigo formándome para estar al día en una profesión que estoy viendo cómo se pone cada vez más difícil, con mucha burocracia y normas que no está pensadas para terrenos tan pequeños donde no puedes hacer planes a largo plazo», lamenta.
En Os Bravos se dedican a la venta directa al consumidor final. No surten a carnicerías ni a restaurantes «porque quieren siempre unas mismas piezas y por nuestras características, no podemos ser tan regulares. Sacaríamos mucha más rentabilidad a determinados cortes, pero nos quedarían fuera de juego muchos otras », explica. Hugo Martínez está convencido de que la tienda online puede ser un éxito con demanda desde Madrid, Barcelona y otras ciudades del país porque no hay oferta: «La mayoría de las webs que ofrecen carne de aquí no son gallegas. No hay nada parecido a lo nuestro. Se vende como ternera gallega la que nace en Galicia, pero de raza rubia gallega casi no hay, y fuera, mucho menos. Cuando prueban la calidad de la nuestra, repiten», afirma, ilusionado.
La web ya está en marcha y mientras la perfeccionan con pasarela de pago y otros detalles, ofrecen ya la posibilidad de hacer pedidos vía WhatsApp. Del reparto por la zona de Vigo y O Morrazo se ocupan ellos mismos, y los envíos más lejos se hacen a través de mensajería.
Afirma que su producción es ecológica, aunque no oficialmente. «No estoy bajo el sello porque eso genera más gastos, así que hago un manejo totalmente ecológico, pero no lo puedo etiquetar como tal. Lo que tengo es la raza, que es un importante valor por su sabor y textura, ya que al ser autóctona es la mejor adaptada», asegura.
Sus animales, tras pasar por el matadero, se manipulan «en una sala de despiece pequeña donde estamos presentes y así no perdemos en ningún momento la trazabilidad. Envasamos al vacío y gestionamos los pedidos», cuenta sobre unos procesos donde todo se comparte en una finca familiar en la que su mujer, su hija, y su suegro son una piña.
Como una forma de fidelizar a sus clientes están criando un buey que tras ser cebado, se venderá en dos modalidades. «Una con sus partes nobles y el resto, en hamburguesas, para que puedan probar auténtico buey de raza gallega», valora.
En la finca de Tomiño donde se ubica la ganadería Os Bravos compatibilizan técnicas agrícolas tradicionales con las últimas tecnologías para conseguir ser lo más respetuosos posible con el medio ambiente. Practican el pastoreo regenerativo, se preocupan de la prevención de incendios y de la recuperación de tierras agrarias abandonadas. Cosechan cereales y forraje en temporada, que se convertirá en el alimento de todo el año almacenado en silos. Además, crían animales autóctonos de razas gallegas en peligro de extinción y presumen de que todos sus animales son tratados con el respeto y el cuidado que se merecen.