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La tumba que vigila el mar de Ons

Marcos Gago Otero
marcos gago LA VOZ

VEN A GALICIA

SUSO FRAMILILLAS ATLÁNTICAS

Tallada en las rocas en la playa de Area dos Cans, A Laxe do Crego, una sepultura de posible origen medieval, es un misterio más en una isla donde las leyendas y la historia se dan la mano desde siempre.

17 abr 2023 . Actualizado a las 18:21 h.

A Laxe do Crego es un nombre sugerente para una película de misterio y es uno de los secretos que, probablemente, nunca se lleguen a desvelar en Ons, a la entrada de la ría de Pontevedra. Se trata de una sepultura, pero no es una tumba al uso. Está tallada en la roca, junto a la playa de Area dos Cans, en la cara de Ons que mira a la ría, así que su origen es humano, porque hasta ahora que se sepa ni sirenas ni atlantes se han dejado ver por este enclave buenense. Es una sepultura, o al menos esto es lo que afirman todos los especialistas que la han examinado. Sin embargo, insisto, no es una tumba cualquiera. La gente no se suele enterrar en las rocas de una playa y menos en una isla. Esto ya por sí solo la hace singular y aumenta la intriga sobre quién fue enterrado allí y por qué.

Esta tumba, que hace mucho tiempo que no alberga ningún resto humano, está clasificada como «sepultura antropomórfica» en las guías turísticas y en la memoria de los vecinos. Los isleños cuentan cómo una tormenta movió la losa de la cubierta y un isleño se la llevó a su propiedad, se supone que con el auxilio de varios bueyes que tiraron de ella hasta su casa.

Las preguntas son más que las respuestas. ¿Cuándo se hizo? Nadie lo sabe. No ha aparecido ningún escrito en archivos o bibliotecas que aclare su construcción. Se estima, por la forma en que está hecha, que procede de la Edad Media, un período del que sobre Galicia no es que abunde precisamente la documentación. Así que quedémonos con algún siglo impreciso del Medievo para su ejecución, aunque tampoco sorprendería que fuese de otra época.

¿A quién se enterró allí? Ni idea. No hay apenas datos sobre Ons referidos a tiempos tan remotos y ni la Laxe ni su tapa tienen inscripciones que den pistas sobre su identidad. Se especula, y en esto podría ayudar el nombre que le dan los vecinos, que sirviese para depositar los restos mortales de un sacerdote. Es previsible que en la isla existiese en el período medieval una fundación monástica o un refugio de eremitas. Sea quien sea, tuvo que ser para alguien importante, porque es la única sepultura en roca que se conserva en la isla.

¿Por qué en unas rocas en una playa y no en un cementerio? Otra pregunta sin respuesta. Quizás no había cementerio cuando falleció la persona a la que fue destinada la Laxe, pero tampoco hay una explicación lógica al por qué de la ubicación escogida. Quizás cuando se hizo, el mar estaba más bajo y la tumba no quedaba tan expuesta al oleaje del Atlántico, pero aún así nadie sabe realmente la razón que llevó a tallar una roca, en vez de enterrar en tierra, y hacerlo en la costa.

No hay otras estructuras próximas, al menos a la vista, de época medieval en esta área, que permitan contextualizarla. En la cercana playa de Canexol sí que hay restos de los primeros habitantes de Ons, pero son romanos: un complejo industrial de salazón y de producción de púrpura. En esa ladera, en Castelo dos Mouros, hubo un poblado romano, pero nada indica que estén relacionados con el misterio que aún envuelve A Laxe do Crego, quizás para siempre.