El agua de estas fuentes brota a más de 60 grados de temperatura. Esta semana, un vecino sorprendía utililzándola para realizar una colada a medianoche
29 abr 2023 . Actualizado a las 10:40 h.Ourense está considerado el segundo territorio europeo con mayor potencial de recursos termales. Una riqueza que ya aprovechaban los romanos hace más de dos mil años en los manantiales de las fuentes As Burgas. De hecho, los hijos del imperio bautizaron aquel primer asentamiento como aquis aurienses («aguas de oro»). Estos manantiales ourensanos fueron declarados Bien de Interés Cultural en el año 2007 y son visita obligada para los turistas que quieren conocer Ourense. Pero, ¿cuántas fuentes termales hay en Ourense? Los estudios geológicos realizados apuntan a más de 70 surgencias termales en la zona, con un caudal superior a los tres millones de litros diarios, una cantidad que en Europa solo supera Budapest.
¿Por qué hay aguas termales en Ourense?
La razón de las aguas termales de Ourense está en la composición de su subsuelo, muy abundante en rocas graníticas. Una configuración geológica que no es exclusiva de la ciudad donde se encuentran las famosas fuentes de As Burgas y las pozas termales al aire libre que se ubican a lo largo del cauce del río Miño a su paso frente a la capital. También en otras muchas zonas de la provincia con manantiales termales, en algunos casos con aprovechamientos balnearios. El fenómeno de las aguas calientes de Ourense está íntimamente ligado a la composición granítica del suelo. El agua de lluvia se filtra por sus fracturas y desciende varios kilómetros de profundidad, donde va calentándose. Los juegos de presiones que se producen entre las capas y estratos de las rocas provocan el impulso ascendente, durante el que va sumando propiedades de los minerales que componen la roca, hasta llegar de nuevo a la superficie.
¿Para qué son buenas las aguas termales de Ourense?
Los beneficios de las aguas calientes de Ourense vienen siendo aprovechados por los pobladores de la zona desde épocas inmemoriales y se han extendido hasta nuestros días. Aún son muchos los vecinos que pasan las manos (con rapidez, eso sí, para evitar quemarse) bajo el chorro del agua que fluye de las fuentes de As Burgas. Transmitidas de generación en generación, las creencias que les adjudican la capacidad de curar heridas abiertas, eliminar verrugas o reducir el dolor de la artrosis han llegado hasta nuestros días. Los beneficios para problemas osteomusculares son la razón de que los ourensanos se bañen en las piscinas termales al aire libre tanto en invierno como en verano. También hay quien se lleva a casa el líquido para beberlo, ya atemperado o frío. Aunque el sabor del agua de As Burgas no es precisamente agradable, hay devotos de esta costumbre que aseguran que sirven para mitigar los problemas digestivos e incluso patologías hepáticas.
¿Qué dice la ciencia sobre las cualidades del agua de As Burgas?
Más allá de la capacidad sanadora que la tradición otorga a los manantiales termales de la ciudad de As Burgas, la ciencia ha analizado el potencial que, por sus características, tiene este recurso termal ourensano. Se trata de aguas silicatadas, fluoradas, litínicas e hipertermales (contienen sodio, potasio, bicarbonato, sílice, cloruros y floruros) que surgen a una temperatura de entre 64 y 68 °C con un caudal de 300 litros por minuto. Los estudios realizados recomiendan este tipo de aguas mineromedicinales para diferentes tipos de dermopatías, especialmente las pruriginosas (que producen picor). Investigaciones recientes han analizado su utilidad para mejorar los síntomas de personas con fibromialgia.
Además, el agua caliente de As Burgas también fue usada por los habitantes de la ciudad para diferentes usos domésticos. Desde para escaldar pollos y desplumarlos con mayor facilidad hasta como abastecimiento para el lavadero comunal donde las muejres realizaban la colada. Bajo la actual plaza de abastos estaban los grandes pilones hacia los que se canalizaba el líquido. Esa costumbre se mantuvo hasta que se iniciaron las obras de remodelación del edificio, aunque hay quien se resiste a perderla, como demostró el hombre que se puso a la tarea en la fuente esta semana, a medianoche y en calzoncillos.
¿Qué leyendas existen sobre las fuentes termales de Ourense?
Antes de que el avance en el conocimiento científico de la humanidad permitiese entender cómo y por qué brota agua caliente de las entrañas de la tierra, las leyendas sobre las aguas termales de Ourense proliferaban, como ocurría en todos los lugares con fenómenos similares. Los manantiales de As Burgas son los que suman más explicaciones curiosas. La más común es la que habla de que sus aguas llegan desde un volcán, que estaría debajo del actual jardín botánico de Montealegre y se apuntaba la amenaza (es de suponer que para amedentrar a los impíos) de que el demonio lo haría explotar algún día, llevándose consigo a la ciudad. También con el discurso religioso de fondo hay otra leyenda que explica las bondades terapéuticas del agua de As Burgas. En ella se asegura que el agua caliente de las fuentes de Ourense proviene de los pies del Santo Cristo ubicado en la catedral. Algunas de esas historias han llegado hasta nuestros días y los guías suelen contarlas en algunos de los recorridos turísticos por Ourense. También se conservan, aunque menos, algunos mitos y leyendas vinculadas a los manantiales del área termal junto al Miño. Una de ellas es la que habla de un ser fantástico de gran hermosura y formas de mujer, bautizado como Ana Manana, que vivía supuestamente en las pozas do Maimón, frente a la zona termal de Outariz
¿Para qué y desde cuándo se usan las fuentes de As Burgas?
Nadie sabe con exactitud desde cuándo se aprovechan las propiedades sanadoras de las aguas termales de Ourense. Sí hay constancia de que las surgencias de As Burgas fueron utilizadas por los romanos. La primera ara romana que se encontró de culto a las ninfas de los manantiales confirmó que la zona fue muy posibilemente un lugar de reunión de aquellos ciudadanos del impero para tomar baños termales en Ourense. Una excavación realizada en el pasado siglo desveló otra inscripción con el nombre de Revve Anabaraego, una deidad prerromana a la que también se le dedicaron numerosas aras vinculadas a las aguas. Actualmente se pueden visitar restos arqueológicos de la piscina-santuario levantada en el siglo I después de Cristo, en tiempos de la ocupación romana.
¿Dónde están y cómo ir a los manantiales de aguas termales?
Encontrar las fuentes de As Burgas no tiene mucha dificultad para ningún visitante. Están en la zona histórica, muy cerca de la casa consistorial y de la Catedral de Ourense. Son uno de los puntos emblemáticos de esta urbe gallega y cualquier residente sabe indicar el camino. En la parte superior está la piscina termal de As Burgas. Visitar los baños al aire libre junto al Miño tampoco es complicado. El paseo termal de Ourense, que completa un ciruito de cinco kilómetros recorriendo la ribera del Miño permite conocer los puntos de interés termal mientras se pasea en un entorno natural de gran belleza: A Chavasqueira, O Tintero, el Muíño de A Veiga, las termas de Outariz, la burga de Canedo y la fuente de Reza.
